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El Frigoríficos suma un punto con sabor a derrota

El conjunto cangués desperdició una renta de tres goles en un nefasto último minuto

Edu Calle lanza a puerta ante la mirada de la defensa del Frigoríficos del Morrazo en el duelo de esta noche.

Edu Calle lanza a puerta ante la mirada de la defensa del Frigoríficos del Morrazo en el duelo de esta noche. / Alejandro Nieto

El Frigoríficos del Morrazo tiró a la basura una victoria casi segura ante el Atlético Valladolid y acabó sumando un amarguísimo empate (38-38) que no palía ni su situación clasificatoria, ni mucho menos, la anímica. El conjunto cangués dominó el partido de principio a fin y entró en los dos minutos finales con cuatro goles de ventaja (34-38) para acabar desperdiciando su renta de modo lamentable. Para llorar fueron los últimos 47 segundos, en los que los locales fueron capaces de anotar tres goles tras otras tantas absurdas pérdidas de balón de los de Nacho Moyano.

El gran partido completado anteriormente por el Cangas queda completamente difuminado. Los de O Morrazo fueron capaces de sobreponerse a las ausencias de Fodorean y Del Arco -en la convocatoria, pero sin jugar un solo minuto- y compitieron de modo brillante, amparados en un gran Elcio Carvalho bajo palos. La rapidez de los extremos y la buena dirección de juego de Toth, con un Gayo también inspirado, permitieron al Frigoríficos abrir hueco (7-11 , minuto 14, con tiempo muerto de Pisonero). El ritmo era frenético, y el Cangas, aún con las piezas justas, no le perdió la cara al encuentro en ningún momento (14-16, minuto 25). El técnico madrileño decidió entonces apostar por el 7 contra 6 y los suyos se fueron a vestuarios cinco goles arriba (15-20).

Seis goles de renta

Poco cambió en la segunda mitad, más allá de que César Pérez apareció en algún momento, y de que los vallisoletanos presionaban (22-24, minuto 38, con tiempo de Moyano). El Cangas apretaba los dientes y estiraba nuevamente la goma (24-28, minuto 44). Elcio sacaba un par de manos y Brais tomaba el relevo de sus compañeros asumiendo protagonismo. Los visitantes tenían el partido en sus manos (27-33, minuto 52, con tiempo de Pisonero).

Faltaba el arreón final del Atlético Valladolid, aguantado dignamente por un Cangas que sí daba muestras de cansancio en algunas acciones. Pero nada que anticipase lo que iba a suceder. Moyano paró el choque en el minuto 57 con 33-36, Toth puso el 33-37, Gayo el 34-38 a falta de dos minutos, y luego se desencadenó la hecatombe.