Tenis de mesa | Primera Nacional Femenina

El año sabático de Rebecca Savage

La jugadora británica, de 18 años, refuerza al Club Cinania en su lucha por el ascenso

Rebecca Savage en el pabellón de Romarigo en Cangas.

Rebecca Savage en el pabellón de Romarigo en Cangas. / Santos Álvarez

Primero fue la ucraniana Olena Nalisnikovskaya y luego su compatriota Darya Zakharova, la paraguaya Lucero Ovelar o la portuguesa Juliana Silva, y ahora es el turno de Rebecca Savage. En una temporada en la que su objetivo será el ascenso a la División de Honor Femenina el Club Cinania de Tenis de Mesa ha puesto los ojos en las Islas Británicas para reforzarse con esta prometedora jugadora de tan solo 18 años de edad que ya debutó el pasado fin de semana con éxito, contribuyendo a los tres primeros triunfos del conjunto cangués frente a Corverastur, Celta Ingenieros Motor y Luarca.

Savage, natural del Condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, se ha tomado un año sabático para dedicarse de lleno al tenis de mesa. Además de disputar la Primera Nacional Española también compite en la Liga Inglesa y está concentrada en el Centro de Alto Rendimiento de Mirandela (Portugal). Allí llegó por consejo de uno de sus entrenadores, “que me dijo que era un buen club, que me ofrecía la oportunidad de poder entrenar muchas horas, algo que no tenía en Inglaterra”. Y fue precisamente el club de Mirandela el que ofreció sus servicios al Cinania que, tras ver varios vídeos, se lanzó a por su fichaje. “Tiene cierto nivel y, sobre todo, confiamos en que lo va a mejorar de cara a la fase de ascenso. Nos interesa que esté bien en mayo”, asegura el presidente de la entidad”, Ángel Fernández.

Rebecca Savage, a la derecha, en una de las partidas que jugó el pasado fin de semana con el Cinania.

Rebecca Savage, a la derecha, en una de las partidas que jugó el pasado fin de semana con el Cinania. / Santos Álvarez

Así, la vida de Savage se reparte entre Inglaterra, Portugal y España, cumpliendo siempre con los requisitos que marca el Brexit. “Tengo un visado de 90 días y luego tengo que volver a casa antes de poder salir de nuevo”, explica. El sistema de competición español, mediante la modalidad de concentraciones (seis en esta primera fase, a razón de una al mes), le agrada no solo por tener más facilidad para desplazarse a España para jugar, sino porque “tengo varios partidos seguidos y si las cosas no me salen bien, he de ser más fuerte y volver a competir de nuevo. Eso me permitirá mejorar”. Precisamente mejorar y “ganar experiencia” son sus objetivos en esta temporada en la que el tenis de mesa ocupa casi el cien por cien de su tiempo.

“Para nosotros es gran opción, porque nos sale mucho más económica, sobre todo si viene desde Portugal”, afirma Ángel Fernández, confiado en las posibilidades de un conjunto que cuenta, además de con la inglesa, con las canteranas María Pena y Lucía Graña como primeras espadas, además de con María Calvo, Noa Fernández y Montse Barreras, en una escuadra orientada a recuperar la categoría perdida. El primer paso es clasificarse entre los tres primeros del grupo y luego competir en un playoff de ascenso con 18 equipos de los que seis se llevarán el premio.

Rebecca Savage (derecha), junto a sus compañeras del Cinania y a las rivales del Corverastur (izquierda).

Rebecca Savage (derecha), junto a sus compañeras del Cinania y a las rivales del Corverastur (izquierda). / Santos Álvarez

Sus primeros pasos en la competición española le han permitido ver “un buen nivel, con buenas jugadoras”, lo que le hace creer que su presencia aquí será muy positiva, más aún si a la faceta deportiva une la más estrictamente personal. “Cangas es un sitio muy bonito, he tenido la oportunidad de pasear y de pasar un buen rato. Y las compañeras son muy majas”, señala. Su próxima cita será el fin de semana del 18 y 19 de noviembre, de nuevo en Cangas, con un triple compromiso ante Tenis de Mesa Pontevedra, Monte Porreiro y CTM GAM Femenino.

El profesionalismo, su meta

Savage, que ha militado en el Ormesby Table Tennis Club de su país natal, comenzó a practicar tenis de mesa cuando apenas tenía 11-12 años de edad. “Mi padre y mi hermano jugaban en un club, fui allí un día a verlos, me interesó probar y ya me puse a jugar”, relata. Desde entonces ha ido quemando etapas destacando en los campeonatos británicos en categorías inferiores. Este año centrada en el deporte debe darle permitirle dar un salto de calidad que la acerque a su gran objetivo dentro del tenis de mesa. “Me gustaría convertirse en una jugadora profesional y espero llegar a la selección de Inglaterra en el futuro”, sentencia.

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