"Mi sueño siempre ha sido poder jugar en España". Olena Nalisnikovskaya habla con naturalidad de la aspiración que le ha acompañado durante su corta -solo tiene 19 años- carrera en el tenis de mesa. Un deseo que hizo que no dudase un solo momento cuando un entrenador de su Ucrania natal le planteó la temporada pasada la posibilidad de disputar la División de Honor Femenina con el Oroso. Aceptó, y esa buena experiencia en el club coruñés le abrió las puertas del Cinania. "Queríamos intentar el ascenso y para eso necesitábamos un refuerzo. El año pasado todos los equipos que subieron tenían una extranjera. Nos hablaron de ella, vimos las opciones que teníamos, y la fichamos", explica Ángel Fernández, presidente del club de tenis de mesa cangués.

La participación de Olena con el Cinania ha sido atípica. La competición en la Primera Femenina se disputa por la modalidad de concentración, lo que supone agrupar varios partidos un mismo fin de semana. Eso permite a la ucraniana vivir en su país y viajar a España en determinados momentos. Esta temporada lo ha hecho en dos concentraciones (ambas jugadas en Cangas) y en la fase de ascenso que se disputa este mismo fin de semana en Boadilla del Monte. Vuelo Kiev-Berlín, Berlín-Madrid y Madrid-Santiago y coche desde la capital autonómica para poder cumplir su sueño, jugar en España "y ascender con el Cinania. Intentaré jugar lo mejor posible", dice. Hasta ahora lo ha hecho, ya que no ha perdido un solo partido. Su equipo únicamente ha caído en uno, frente al Monteporreiro, por lo que ha acabado consiguiendo el título de la competición liguera.

Atravesar el continente solo para disputar un puñado de partidos antes de regresar a casa es algo que para ella es normal. "Mi familia ya está acostumbrada. Hace siete años dejé mi ciudad [Krasiliv] para vivir en Kherson porque allí tenía la oportunidad de entrenar", afirma. Ahora lleva dos años en la capital ucraniana, Kiev. Allí estudia en la Universidad el tercer curso para convertirse en entrenadora oficial de tenis de mesa. "Me gusta entrenar y jugar, pero las emociones que tengo cuando juego son diferentes", reconoce.

Una apuesta

La apuesta del Cinania está saliendo a la perfección. Fernández admite que "si nos podemos permitir el lujo de traerla es porque el campeonato es por concentraciones. Si no, sería mucho más complicado". La entidad canguesa se encarga de pagar los vuelos y la estancia de la jugadora, además de darle algún dinero en concepto de compensación. "Hace dos temporadas estuvimos en División de Honor y como las subvenciones las cobras al año siguiente nos quedó un dinero que nos permiten afrontar este gasto y tener el club saneado", explica Ángel Fernández.

La ambición ahora es, en caso de obtener el ascenso a la máxima categoría, disponer de Olena para todo el campeonato, o lo que es lo mismo, traerla a España durante casi siete meses (de octubre a finales diciembre y de principios de enero a abril). "Habría que estudiarlo, pero esa es la idea para poder pelear por la permanencia", desvela el presidente del Cinania. Pero todo pasará por conseguir el ascenso este fin de semana.