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Balonmano - Liga Asobal

Dos enemigos íntimos en O Gatañal

El Frigoríficos-Torrelavega enfrentará a Nacho Moyano con su amigo Álex Mozas, de cuya hija es padrino

Mozas (izquierda) y Moyano (derecha) junto a sus familias, el pasado verano en Cangas. | // FDV

El azar y la pasión por el balonmano los unió hace 15 años en Leganés, en un curso para sacarse el nivel II de entrenador. Aquellos dos veinteañeros que pronto orientaron hacia los banquillos su amor por este deporte se convirtieron en inseparables y hoy son, a pesar de su juventud, dos de los técnicos más reconocidos de la Liga Asobal. Nacho Moyano y Álex Mozas volverán a enfrentarse este domingo en el duelo Frigoríficos del Morrazo-Bathco Torrelavega, con los dos puntos en juego, pero también con ese pique sano entre dos buenos amigos.

Sus trayectorias han sido tan paralelas que han tenido que esperar a alcanzar ambos la Liga Asobal para poder enfrentarse en la pista. Sucedió por vez primera la temporada pasada y volverá a repetirse este domingo en O Gatañal, en una nueva edición del Frigoríficos-Torrelavega. “Yo creo que nos llevábamos bien porque nunca nos enfrentamos en la base”, bromea Álex Mozas. Y curiosamente así fue. El titular del Cangas entrenaba por entonces equipos masculinos mientras que su homólogo del Torrelavega lo hacía en femeninos. Ambos pasaron a las selecciones de Madrid, acumulando éxitos en los Campeonatos de España por autonomías. “Él ganaba casi siempre y a nosotros no nos ha ido mal”, apunta Mozas de su amigo Moyano.

A partir de ahí su historia se ha retroalimentado de manera casi perfecta, en un pique sano que les ha servido de motivación para ir quemando una etapa tras otra. “Llevamos vidas muy paralelas y hay una rivalidad sana, porque ante todo somos amigos”, explica Moyano. Mozas, de 37 años (dos años más que el técnico del Cangas) fue el primero en estrenarse en un equipo sénior, el Alcobendas, mientras el actual titular del banquillo cangués trabajaba con los juveniles. “Y fui el primero en salir de casa [con su fichaje en 2018 por el Torrelavega]. Al final, las cosas que he hecho yo y las que ha hecho él nos han servido de motivación al otro”, argumenta el preparador del cuadro cántabro, que subraya que “a mí me ha obligado, entre comillas, a ser mejor, a dar pasos hacia adelante”.

Mozas y Moyano con sus trofeos en el CESA de Galicia en 2017. | // FDV

La gran oportunidad de estar en Asobal le llegaría primero, sin embargo, a Nacho Moyano. Un año más tarde de que su amigo emprendiese el vuelo le tocó a él. Y en esa decisión también tuvo peso Álex Mozas. “Él ya había tenido opciones de entrenar en División de Honor Plata o en Asobal, y siempre me comentaba qué me parecía”, señala, antes de concluir que “nunca lo vi tan claro como con el Cangas”. Las razones que ofrece Mozas son que “es un sitio de balonmano y sabía que él iba a conectar con la gente. Iban a ver que es un currante, y sus equipos siempre juegan bien. Es cierto que era un riesgo ir a un club que siempre se maneja al borde del abismo, pero la idiosincrasia del Cangas era ideal para él”.

Con los Hispanos la historia se repitió. Moyano comenzó a colaborar en las concentraciones y poco después ambos entraron a formar parte del organigrama técnico de la Federación Española: Moyano como ayudante de Rodrigo Reñones y Mozas de segundo de Javier Fernández, “Jabato”. Y de nuevo el éxito les acompañó, con el oro el pasado verano de los hispanos Júnior de Moyano y el bronce el año anterior de los Juveniles de Mozas. El penúltimo capítulo se vivió el año pasado, cuando ambos entraron en los cinco finalistas al premio al mejor entrenador de la temporada, que se acabó llevando Mozas. “Que puedan estar ahí dos técnicos de Madrid, una comunidad sin equipos en la élite, es algo tremendo. La mayor ilusión es estar ahí, no tanto ganar, porque esas votaciones son de la gente de la Liga, de jugadores y entrenadores”, afirma Moyano, algo en lo que coincide Mozas, que añade que “estar nominado con él fue doble alegría y ganar fue importante para mí, aunque estoy seguro de que este año le va a tocar a él porque es el mejor entrenador de la Liga”.

"Estoy seguro de que Nacho ganará este año el premio al mejor entrenador", asegura Álex Mozas

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Lo cierto es que el balonmano los unió y esa amistad ha traspasado las fronteras del deporte, tanto como para que el entrenador del Cangas sea el padrino de Alba, la hija de Álex Mozas. “No se me ocurre un padrino mejor para ella que Nacho”, admite el del Torrelavega. O para que compartan vacaciones con sus familias, como ocurrió el pasado verano. Esa amistad, como es lógico, quedará aparcada durante los 60 minutos que dure el choque. “Él sabe que nos hacen falta los puntos más que a ellos”, dice Mozas, que hasta el momento se ha adjudicado los dos partidos oficiales entre ambos equipos en Asobal. “Estoy teniendo suerte”, apunta. “A ver si le gano de una vez”, manifiesta Moyano, que aclara, eso sí, que “al margen del chascarrillo, esto es un Cangas-Torrelavega, no un Nacho-Álex”.

Pero ese condicionante de amistad y conocimiento es el que puede hacer variar algún planteamiento. “Es complicado, porque partimos de la base de que nos conocemos mucho y sabemos por dónde va el otro, pero luego son los jugadores los que deciden con la información que les das”, explica Moyano. “Intentaré que sea un partido más, porque el exceso de información perjudica al jugador”, añade Mozas. Todo para competir durante 60 minutos en los que ambos se convertirán en enemigos íntimos.

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