El de ayer no fue un domingo cualquiera para el fútbol arousano. El azar de los calendarios de diferentes categorías se empeñó en que se viviesen citas muy especiales en diferentes campos de la comarca. Unas casualidades que hicieron que se viviese una jornada especial en lugares como Vilagarcía, Barrantes o Vilalonga.

José Fontán y Jéssica Bouzas, junto a Abalo y Alberto Varela. | // I.A.

En A Lomba la llegada de un histórico como el Salamanca para medirse al Arosa se convirtió en toda una fiesta del fútbol en las gradas. Acertadamente, el club vilagarciano quiso aprovechar la importancia de la cita para rendir homenaje a deportistas y personas de un indiscutible mérito. Por ello, los prolegómenos del partido tuvieron como protagonistas a Ramiro Carregal, José Fontán y Jéssica Bouzas.

Ramiro Carregal fue homenajeado por el club y ovacionado. | Iñaki Abella

Por todo el apoyo brindado, así como por su arosismo y vilagarcianismo más que demostrado, Ramiro Carregal recibió la ovación de las cerca de mil personas que se encontraban en el coliseo arlequinado al recibir en el palco una placa conmemorativa de manos del presidente Manuel Abalo.

Seguidamente la atención se enfocó en el terreno de juego. Allí los dos equipos, Arosa y Salamanca, realizaron un pasillo para la entrada en el mismo de los deportistas vilagarcianos José Fontán y Jéssica Bouzas, acompañados del alcalde Alberto Varela y el propio presidente de la entidad. El primero, jugador de la plantilla profesional del Celta y flamante internacional sub 21, mientras que Bouzas Maneiro, ganadora ya de tres títulos ITF de tenis, viene de defender a España en la prestigiosa Copa Billie Jean King.

Arosa y Salamanca realizaron un pasillo en homenaje a los deportistas vilagarcianos José Fontán y Jéssica Bouzas, acompañados del alcalde Alberto Varela y el propio presidente de la entidad

Al mérito de haberse convertido en deportistas internacionales en sus respectivas disciplinas, fútbol y tenis, se le une en el caso de Fontán y Bouzas el vínculo familiar que les une al Arosa. Por este doble motivo, la ovación fue atronadora. Ambos recibieron una camiseta arlequinada personalizada y posaron en la protocolaria fotografía previa al duelo.

Desde cerca de una hora antes del inicio del encuentro, las inmediaciones del campo de Barrantes ya presentaban aspecto de derbi

Ya por la mañana lo vivido en el campo de A Bouza desprendía un aroma a cita especial. Fueron necesarios cerca de 30 años para que Umia y Ribadumia volviesen a compartir categoría, en este caso en Preferente. Desde cerca de una hora antes del inicio del encuentro, las inmediaciones del campo de Barrantes ya presentaban aspecto de derbi.

Dos clubes de la misma población y separados por apenas un kilómetro que nunca habían coincidido futbolísticamente en casi tres décadas. Lo animoso de las aficiones, sumado a la importancia de los puntos, no estuvo exento de un tremendo respeto entre aficionados vecinos. Una tónica que se repitió horas después en la grada del campo de San Pedro, donde Villalonga y Sanxenxo vivieron otro episodio de derbi fratricida en otra de las citas destacadas del día.