Baloncesto en silla | Euroliga 3

Un consuelo final para el Iberconsa Amfiv

El equipo vigués finaliza séptimo la fase final tras ganar los dos últimos partidos

Los jugadores del Amfiv, con un grupo de aficionados.

Los jugadores del Amfiv, con un grupo de aficionados. / Ruperfotografía

REDACCIÓN

61 PDM TREVISO: Saijad Al Omairi , Giacomo Tosatto (12), Roberto Casagrande (22), Milan Slapnicar (14), Nicola Favretto (13) –cinco inicial-, Massimiliano Cricco, Sandro Giro, Davide da Rin

72 Iberconsa Amfiv: Agustín Alejos (15), Brais Pérez, Oscar Knight (27), Julio Vilas (20), Berni Costas (10)–cinco inicial-, Marco Pino, Jeison Betancourt.

Parciales: 19-17, 20-14 (descanso), 11-18, 11-23 (final).

Incidencias: Partido correspondiente a la pelea por el séptimo puesto disputado en el Pabellón Lalo García de Valladolid.

Acabó el recorrido del Iberconsa Amfiv en la fase final de la Euroliga. Al menos los vigueses se marcharon del torneo con dos victorias que le valen para finalizar en la séptima posición en una competición en la que todo lo que podía salir mal...salió peor. Empezando por los problemas con la exclusión y posterior readmisión en la fase y que tuvo su continuidad en el golpe de Nagwa Brown que condicionó el primer partido que sería el que finalmente les apartó de meterse en las semifinales que se disputaron ayer por la tarde. Ese es el sentimiento que perseguía en las últimas horas a la expedición viguesa.

El Iberconsa Amfiv comenzó el día cerrando su participación en el grupo con una victoria sobre los turcos del Izmir, aunque eso les envió a jugar el partido por el séptimo puesto ante el Treviso. Y no empezaron bien las cosas porque los italianos dominaron el choque en los dos primeros cuartos que el Amfiv fue capaz de igualar justo al final del tercer cuarto y llevó el duelo al definitivo. Allí el Iberconsa Amfiv no tuvo rival y desplegó su mejor baloncesto para conseguir una victoria que vale un séptimo puesto, pero que pone de manifiesto el orgullo de un equipo que ha seguido dando la cara pese a que las cosas desde el principio estuvieron siempre en contra. No resignarse también es una forma de ganar.