Balonmano - División de Honor Plata Masculina

El nuevo héroe de O Calvario

El ucraniano Shcherbak, decisivo ante el Málaga, ha dado al Valinox el lanzamiento exterior que necesitaba - Desde O Rosal sigue con preocupación la guerra en su país

Olekseii Shcherbak celebra uno de sus goles al Málaga.

Olekseii Shcherbak celebra uno de sus goles al Málaga. / Valinox Novás

Armando Álvarez

Armando Álvarez

O Calvario aguanta la respiración. El Trops Málaga, a remolque del Valinox Novás durante todo el partido, se ha situado 19-18. César Armán da descanso a su exhausto capitán, Manu Martínez. Olekseii Shcherbak se ubica en el lateral izquierdo. Los árbitros han amenazado pasivo. Minuto 54:15. El ucraniano se levanta y abre el tiro en el último instante, engañando al portero. 20-18. Diego Pérez responde con eficacia. 20-19. Siguiente ataque local. Joaquín Soler ha ordenado una mixta sobre el central Pedro Iglesias, entorpeciendo la combinación. Los árbitros vuelven a elevar la mano. Minuto 28:02. Shcherbak circula ampliamente hacia la derecha y sorprende a la remanguillé, casi sin ángulo. 21-19. Petter, ex del Novás, se topa esta vez con el palo. Los rosaleiros olfatean la sentencia. A Shcherbak le manotean el balón pero lo recupera tirándose al suelo. Golpe franco. Minuto 29:19. Nueva advertencia de pasivo. Iglesias susurra a Shcherbak una breve instrucción, se cruza para desprenderle a su marcador y el pivote Pablo Castro le entrega el balón. Disparo cruzado, abajo, y 22-19. Todo ha quedado resuelto, aunque Sánchez y Dorado convertirán dos últimos robos en el 24-19 definitivo. Los jugadores se le arremolinan a Shcherbak en la celebración. El pabellón estalla. Un nuevo héroe ha nacido.

Es la temporada más áspera para el Valinox en este lustro. Acostumbrado a flirtear con el ascenso a Asobal, se le han descongelado las penurias. La reacción se inició hace ya varias semanas: tres victorias y dos empates en la segunda vuelta. Cuatro puntos más que en ese tramo de la primera. Zamora (6 puntos) y Mallorca (7) parecen virtualmente condenados. Quedarían por adjudicar otra plaza directa de descenso y la de promoción entre Ibiza (14), Alcobendas (16), Valinox (17), Unión Financiera (17) y Agustinos (18), según lo que insinúa hoy la clasificación. “Todos los equipos están apretando. Nadie se quiere meter en el fregado.”, analiza el presidente rosaleiro, Andrés Senra. “Estamos bastante mejor, pero no nos podemos relajar”.

Ni en la cancha ni en los despachos se ha sesteado. La directiva había estudiado el fichaje de un lateral izquierdo desde el parón navideño. En la plantilla, en la que proliferan amateurs que combinan balonmano y trabajo, “muchos acarrean molestias y cansancio”. El Valinox ya había sufrido en pretemporada la rotura del ligamento cruzado de Natan Moreno, su mejor bombardero. “Estábamos justos en la primera línea. Tocamos bastante mercado”.

El inglés Reuben Wardle se sometió a pruebas durante la última semana de enero y no cuajó. Surgió la opción de Shcherbak. El ucraniano militaba en el Aguilas murciano, del grupo E de Primera Nacional. Promediaba 3’93 goles. “Nos daba más lo que necesitábamos”, argumenta Senra. “Natan es lanzador entre líneas. Olekseii es más grande, con más chut. Y es un jugador completo, que nos proporciona equilibrio entre ataque y defensa”. César Armán concuerda. “Facíanos falta un perfil como o de Oleksii, cun lanzamento exterior poderoso. As defensas estábanse pechando con nós e agora coa chegada de Oleksii teñen que ter máis profundidade. É un defensor central grande, que nos da unha rotación máis completa”.

Internacional júnior

Shcherbak, de 26 años, 1.97 cm y 94 kg, había querido mudarse a España desde hace tiempo. Tras jugar en su Zaporozhye natal y en el HC Tallin estonio, el pasado verano sintió que había completado su ciclo en el Wädenswil suizo. Aunque Primera Nacional se antojase escasa para un jugador con experiencia en EHF, y que fue internacional júnior, el Aguilas le ofrecía un proyecto ambicioso y un vínculo universitario. Pero la escuadra no estaba rindiendo. Se había anclado en mitad de tabla cuando Shcherbak recibió la llamada de Senra. “Me preguntó si deseaba probar en una competición más fuerte. Me explicó que era un equipo entrañable, que funcionaba como una gran familia. Sentí que era una buena oportunidad”, relata. Senra concreta que el acuerdo hasta final de temporada se alcanzó “con rapidez”.

Los jugadores del Valinox celebran su victoria.

Los jugadores del Valinox celebran su victoria. / Valinox Novás

Shcherbak se sentó en el banquillo ante el Agustinos. Debutó y aportó tres goles en el empate en Zamora. Ha sido decisivo ante el Málaga. “A pesar de ser grande e lanzador, ten balonmán, entende o xogo. Para a nosa dinámica vennos moi ben”, celebra Armán. “Ten toda a predisposición para compenetrarse. A pesar de que o seu español aínda non é tan fluido, está aprendendo de xeito doado”. Senra elogia esa rápida integración “pese a la dificultad de no conocer mucho el idioma y con muchos compañeros que no hablan inglés. Le gusta el pueblo, le gusta el club y está alucinando con el ambiente que vive en O Rosal. Nunca había estado en un equipo con una afición así”.

Desde el primer entrenamiento me ha impresionado la profesionalidad y dedicación de los chicos. Estoy muy satisfecho con los gestores y el cuerpo técnico”, detalla el ucraniano, que ha calibrado Honor Plata: “Me gusta el nivel de los rivales a los que nos hemos enfrentado. En cada partido hay tensión y muchas emociones”. Anuncia: “Sé que se han producido tropiezos en la primera mitad de la temporada, pero el Valinox merece ser considerado uno de los más fuertes. Quedan partidos suficientes para que lo mostremos”.

Aunque ya haya contribuido de manera eficaz, su aclimatación no se ha completado: “Todavía estoy intentando adecuarme al equipo. Eso afecta a las interacciones en la cancha, los jugadores, los movimientos, el estilo de juego, la velocidad... Mis compañeros se conocen y se entienden muy bien”. A ese proceso obedece la cuestión idiomática: “Se me da bien comunicarme, considerando que solo llevo seis meses aprendiendo español y sin profesor. Me las arreglo para captar el humor del vestuario, lo cual es muy importante”.

“Una atmósfera increíble”

Shcherbak se ha instalado en O Rosal con su mujer, Dariana, y su perro, Sandy. “Nos gusta el lugar en el que vivimos”, describe. “La naturaleza es preciosa. Hay sitios maravillosos para pasear y descansar. Y estamos encantados con la gente, que es muy amable y sincera. Muchos nos reconocen por la calle y nos desean suerte”. Confirma su asombro con el paroxismo de O Calvario: “En los partidos es una locura, en el buen sentido, con las gradas llenas, ruidosas... Me parece una atmósfera increíble. Me faltan palabras para describir mis sensaciones. Jugando como local me siento eufórico. Al acabar todo el mundo te felicita y el pueblo entero lo celebra”.

Esa alegría cotidiana contrasta con la angustia que se vive en su tierra natal. En Zaporiyia también el balonmano se entiende como una religión. Pero el conflicto lo ha paralizado todo. “Es un asunto triste, pero es incluso más triste percatarse de que la gente se está acostumbrando”, dice. La ciudad, que Olekseii y Dariana habían dejado un año antes de la invasión rusa, queda cerca del frente. “Es muy duro elegir entre dejar todo lo que posees y huir o quedarte, con el constante riesgo de morir”. Cuando llaman a casa, a las conversaciones íntimas se les añade el parte bélico. “Esperemos que todo termine lo antes posible. Ojalá nadie conozca nunca cómo es sufrir una guerra en su país”.