Fútbol - Primera División

El VAR acude al rescate del Madrid

Hernández Maeso señaló un penalti por mano de Kaiky, anuló un gol a Arribas por falta previa de Lopy y validó un gol a Vinicius en el que en directo señaló mano del brasileño

Carvajal celebra el tercer gol  del Madrid con Vinicius,  Bellingham y Ceballos.

Carvajal celebra el tercer gol del Madrid con Vinicius, Bellingham y Ceballos. / Efe

FERMÍN DE la calle

Se medía el Real Madrid al Almería en uno de los partidos más desequilibrados de la Liga. 42 puntos de diferencia entre un equipo que solo ha perdido un partido en su casa y otro que no ha ganado fuera de su campo. Pero el fútbol es tan imprevisible que a los 38 segundos ya ganaba el Almería en el Bernabéu tras marcar Ramazani después de un mal pase de Nacho que los visitantes rentabilizaron.

Los blancos venían de caer en un partido agónico en Copa ante el Atlético en el Metropolitano, el único sitio en el que ha mordido el polvo como visitante esta temporada. Se sumaba a esa prórroga la carga de la Supercopa, por lo que sorprendió que Ancelotti sacase un equipo tan titular ante el colista. Y a eso se añadía que era una hora intempestiva para los blancos, la de la siesta (16:15). Pero ni el aviso de Carlo con un once tan titular activó a sus jugadores, que a los 22 minutos vieron cómo el Almería disponía de otra ocasión. No aparecía el Madrid y el colista se animaba imponiendo su actitud al fútbol local.

A la media hora la grada pitaba a los madridistas, Ancelotti abroncaba a los suyos y Garitano se desvivía en la banda corrigiendo a su gente. Un partido incómodo para todos. Especialmente cuando en el minuto 43 Edgar enganchaba una volea por la escuadra de Kepa, dos tiros y dos goles encajados, que desataban el enfado monumental del Bernabéu y el cabreo de un Ancelotti que se había equivocado al apostar por sus titulares, totalmente agotados.

Y llegó una segunda parte que se convirtió en ruleta rusa. El árbitro, el novato Hernández Maeso, se animó a convertir en un circo el encuentro. Carletto tocó a rebato con Brahim, Joselu y Fran García. Jugadores más eléctricos y con el estómago más vacío para desatar el encuentro. Y lo consiguió, con la complicidad del colegiado, que estuvo más tiempo en el VAR que en el campo, y ayudó a crear el caos en el duelo. El cabreo del Almería comenzó tras un penalti inverosímil que Bellingham anotó por una mano complicada de ver obviando de paso una falta clamorosa previa de Rudiger. Penalti que Garitano no dejó de protestar en todo el partido.

Después el VAR anuló un gol a Sergio Arribas, que habría supuesto el (1-3), esta vez por una falta en el inicio de la jugada a Bellingham que fue clara y el árbitro no señaló, complicándose la vida después al acudir al videoarbitraje para anularlo. Y siguió el teatrillo. El empate a dos de Vinicius se llenó de suspense por una sospechosa mano del brasileño en la jugada. El banquillo del Almería estaba al borde de un ataque de nervios por la bochornosa dirección del partido de Hernández Maeso.

El partido desquiciado y jugado a tirones por los parones se convirtió en un asedio de los blancos ante un Almería tan enfadado como contrariado por había perdido la ventaja del primer tiempo. Joselu le limpiaba los centrales a Bellingham, que llegaba sin puntería. Confirma el inglés en los últimos partidos que está fuera de sí, emulando a un Vinicius que lo discute todo y se mete en guerras que no son la suya. Y eso termina por distraerle del juego, algo que Ancelotti le reprochaba desde la banda una y otra vez. Se ha convertido el Madrid en un equipo perezoso ante rivales menores en los que tiene que elevar el compromiso y la actitud, así lo demuestran las victorias por la mínima ante el Alavés, el Mallorca y ahora Almería.

Los once minutos de descuento prolongaron la agonía del Almería para concluir el paripé con un gol postrero de Carvajal en el minuto 99 que le daba el triunfo a un Madrid que había sido rescatado por el VAR ante un digno Almería que mereció más y se marchó muy enfadado del Bernabéu por la bochornosa actuación de Hernández Maeso, que convirtió al videoarbitraje en el mejor cómplice de los blancos.

Cuando el colegiado pitó el final era complicado saber quién estaba más enfadado, si Ancelotti con su equipo o Garitano, que terminó expulsado, con el árbitro.

La indignación en las filas del Almería por la actuación arbitral de Hernández Maeso se plasmó ante los micrófonos. Gonzalo Melero fue el más explícito: “Hoy nos han robado. Me jode decirlo, pero no hay por dónde cogerlo. Y ya van varias este año. Lo de hoy ha sobrepasado todos los límites, ha sido increíble. No se ha podido hacer más para que ellos ganen el partido...”. El técnico visitante, Gaizka Garitano, que fue expulsado, apuntó: “Lo habéis visto todos. No es la primera vez que me pasa esto aquí”. Y_el defensa del Almería Marc Pubill, concluyó: “Nos pusimos por delante, pero alguien ha decidido que aquí no podíamos ganar, que no podía acabar así”.