La parada "de otro planeta" del excéltico Gaizka Campos que pudo tumbar al Barça

El guardameta vasco, que militó en el Celta B el año pasado, facilitó con una intervención milagrosa la contra que llevó el partido a la prórroga

Gaizka Campos, en una de sus paradas de ayer

Gaizka Campos, en una de sus paradas de ayer / EFE

Corría el minuto 84 cuando el Barcelona lanzó una contra frenética con la que pretendía liquidar al indomable Intercity y sellar de una vez su pase a los octavos de final de la Copa del Rey. Los blaugrana se habían adelantado en tres ocasiones y el modesto conjunto local buscaba igualar el tercer tanto culé para forzar la prórroga.

Pero en su intentona, los locales dejaron campo abierto para que Ansu Fati se desplegase por la izquierda. El joven atacante, a la carrera, cruzó un pase de exterior de videojuego para que Rapinha, al borde del área pequeña, acabase con el entuerto en el que se habían metido los de Xavi. Pero si la asistencia había sido "bestial", la parada del portero del conjunto alicantino resultó "de otro planeta", como definió, entre atónito y exultante, el comentarista de Movistar Álvaro Benito.

Tras el córner subsiguiente, el Barça se enredó y el Intercity contragolpeó con eficacia demoledora. Oriol Soldevila cerró su triplete para mandar el partido al tiempo extra, en el que finalmente los alicantinos sucumbieron. Si el final hubiese sido otro, Solde sería, sin duda, el héroe del año en Alicante, pero no hubiese sido posible sin esa mano salvadora previa.

El responsable de esa atajada "absolutamente increíble", en palabras del narrador Carlos Martínez, fue Gaizka Campos, un conocido de la afición celeste, ya que militó la temporada pasada en el Celta B. El cancerbero vasco aparece en una foto para el recuerdo, la de la victoria del filial contra el Deportivo de la Coruña sobre el verde de Balaídos.

Aunque encajó cuatro goles de los 10 tiros que fueron a puerta anoche, Campos tuvo una actuación destacada, con varias salvadas de mérito frente a atacantes acostumbrados a jugar en escenarios de máximo nivel.

Caprichos del fútbol, la deslumbrante actuación del exportero del Celta B llega cuando las dudas se ciernen sobre la meta del primer equipo celeste. Pese a algunas buenas actuaciones, Augustín Marchesín no acaba de mostrarse como el guardameta seguro que se esperaba. Las dinámicas de este deporte propician comparaciones injustas, y esta seguramente lo sea, pero inevitablemente, habría ayer más de un aficionado céltico levantando una ceja al ver las paradas de Gaizka Campos.