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Balonmano - Campeonato de Europa

Corrales: “Hemos muerto en la orilla, pero la plata es para estar orgullosos”

Rodrigo Corrales, ayer antes de la cena de celebración en Madrid, con su medalla de plata. | // PABLO LOZANO

Los Hispanos aterrizaron a última hora de la tarde de ayer en Madrid después de conseguir una medalla de plata en el Campeonato de Europa de balonmano. Un metal que ayer sabía mucho mejor que el propio domingo, tal como reconoce el portero cangués Rodrigo Corrales. “Ahora los ánimos están más arriba. Nosotros queríamos ganar y estuvimos ahí hasta la última jugada. Como se suele decir, al final hemos muerto en la orilla pero creo que hay que estar orgullosos de esta plata”, afirmaba justo antes de reunirse junto al resto de la selección a una cena de celebración en el centro de Madrid.

A España se le escapó el oro en la última acción del partido, después de que Suecia anotase un siete metros con el tiempo ya cumplido. El propio Corrales auguraba en la previa que el partido decisivo iba a ser muy igualado y que se decidiría por pequeños detalles. “Hubo de todo: tensión, polémica, emoción y dos equipos muy bien trabajados. Esta vez no pudo ser a nuestro favor, pero si se pone en valor todo el trabajo previo, la concentración tan larga y los problemas con el COVID la verdad es que, aunque al principio estábamos decepcionados, la medalla sabe bien”, reflexionaba ayer Rodrigo Corrales. “Fue un partido que parecía que se podía llevar cualquiera de los dos equipos. Nosotros tuvimos la penúltima posesión, pero nos levantan el brazo por pasivo y luego no pitan falta. Es difícil de digerir, pero hay que poner en valor todo el camino hasta aquí”, insiste.

La selección, con Corrales a la derecha y al fondo, posa con el trofeo y la tripulación del avión que trajo a Los Hispanos a casa. | // RFBM

El portero destaca el elevado número de selecciones con posibilidades de llegar a la pelea por las medallas y la igualdad de un torneo en el que en la primera fase España ganó a Suecia y los a posteriori campeones “estuvieron a diez segundos de ser eliminados en su partido contra Chequia”.

Pero sí de algo están orgullosos Los Hispanos y el propio Rodrigo Corrales es por el carácter competitivo y el compromiso mostrado por todo el equipo. La selección llegaba con muchas caras nuevas para este cambio de ciclo después de los Juegos Olímpicos de Tokio. “Es lo que hablamos antes del campeonato, al final es la competición la que marca los objetivos y te pone en tu sitio. Nosotros buscábamos no perder esa igualdad en cada partido y ser competitivos. Creo que lo mejor de este campeonato es que nos hemos ganado el respeto de nuestros rivales, que nos reconocen que somos competitivos y que estamos ahí”, afirma Corrales.

Esta plata es también un mensaje a esos rivales: “Saben que aunque cambiemos de jugadores vamos a seguir siendo un equipo incómodo y con ambiciones de ganar”.

Rodrigo Corrales, en el suelo, se lamenta después de una acción del sueco Oscar Bergendahl. MARTON MONUS

El cangués ya está acostumbrado a celebrar su cumpleaños en medio de estos torneos internacionales. El pasado 24 de enero cumplió 31 años y ya es uno de los veteranos de la selección. “Son siete grandes campeonatos disputados y cinco medallas, que no está mal”, reconoce Corrales. Una veteranía que también es un grado. “Los jugadores nuevos te ven con respeto y algo de curiosidad, pero nada más a partir de ahí. La gente viene con ganas de sumar, con compromiso y todos somos uno más”, asegura.

La selección posa al final del partido contra Suecia con el trofeo de subcampeón y sus medallas.

Rodrigo Corrales, al igual que el resto de sus compañeros, no tendrá tiempo para descansar ni más celebraciones. Hoy tienen compromisos institucionales en Madrid y luego toca volver a la disciplina de sus respectivos clubes. “Mañana por la mañana vuelo de nuevo a Hungría y por la tarde a entrenar”, cierra el cangués, que afronta su segunda temporada en el Veszprém.

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