Los Hispanos comenzaron ayer a preparar el próximo Campeonato de Europa de balonmano, que se disputará en el mes de enero. En esta primera parte de la concentración no estará el portero cangués Rodrigo Corrales, que se incorporará al grupo a partir del 2 de enero, tal como comunicó el Área Técnica de la Real Federación Española de Balonmano. El deportista apura unos días de vacaciones, que le llevarán a pasar el fin de año en Cangas. Para la selección española se abre un nuevo ciclo después de la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio. Una nueva etapa en la que jugadores importantes como Raúl Entrerríos o Julen Aguinagalde ya no estarán en el combinado, bien porque se han retirado o porque han apostado por dar un paso al lado. “Llegamos con muchos cambios importantes, por eso debemos estar más concentrados y unidos que nunca”, afirma el portero de Cangas.

Rodrigo Corrales afronta este año su segunda temporada en el Telekom Veszprém húngaro y asegura que llega “en un buen momento, tanto de forma como anímico”. El problema será el habitual en este tipo de competiciones: “Entre el último partido en la Champions y el primero en el europeo habrá pasado ya casi un mes y la preparación va ser también bastante corta”, apunta. El campeonato arranca el 13 de enero y se prolongará dos semanas.

El seleccionador nacional, Jordi Ribera, comenzó ayer a trabajar con 18 jugadores en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes (CSD) y esta primera parte de la concentración se prolongará hasta el 30 de diciembre. Finalmente Corrales se incorporará el 2 de enero y su puesto ahora ha sido cubierto por el navarro Sergey Hernández, actual meta del Benfica portugués.

España acude al Campeonato de Europa como vigente campeona, tras ganar los títulos de 2018 y 2020, con Rodrigo Corrales en el equipo. Después de las olimpiadas de Tokio España llega con muchos cambios y el portero cangués augura que “será la propia competición quien nos marque los objetivos y nos dirá dónde estamos”. Una apreciación que sin embargo no impide que sea ambicioso. “Siempre que acudes a una competición así es para estar lo más arriba posible y para ganar”, afirma.

Este cambio de guardia en Los Hispanos aún está por ver cómo afecta al rendimiento inmediato de la selección en su primera gran cita internacional. “Había jugadores que estaban muy asentados y con este cambio tendremos que ver dónde estamos. No vamos a saber si afecta mucho o poco hasta que estemos en la competición”, analiza Rodrigo Corrales. El portero cree que en este sentido a España le puede acompañar cierto “factor sorpresa”. “Veremos qué pasa. Vienen nuevos integrantes, con ganas de darse a conocer y con mucha ilusión”, subraya.

En esta convocatoria, además de Raúl Entrerríos o Julen Aginagalde, tampoco están Virán Morros, Jorge Maqueda, Valero Rivera o Alex Dujshebaev, aunque en el caso de este último es por culpa de una lesión que lo tendrá alejado de las canchas hasta el próximo mes de marzo.

España estará en el Grupo E, junto a Suecia, Chequia y Bosnia

El Campeonato de Europa del próximo año se disputará en Eslovaquia y en Hungría, precisamente el país donde juega ahora mismo Rodrigo Corrales. Sin embargo, España está encuadrada en el Grupo E, que tiene asignada como sede la ciudad eslovaca de Bratislava. En esta primera fase Los Hispanos tendrán como rival a priori más duro a Suecia, a la que ganaron en la final del europeo de 2018. El grupo se completa con la República Checa y Bosnia y Herzegovina. La selección de Jordi Ribera comenzará su participación el 13 de enero a las 18.00 horas contra Chequia. Volverá a jugar el 15 de enero a las 20.30 horas contra el combinado sueco –un duelo en el que presumiblemente estará en juego el liderato del grupo– y concluirá esta primera fase el día 17 a las 18.00 horas contra la selección balcánica.