Su nombre ya ha quedado escrito en la historia del balonmano y muy pronto también quedará grabado de una forma más tangible en Cangas. Rodrigo Corrales tendrá su homenaje en el lugar que lo vio nacer y que siempre ha llevado en su mente y en su corazón. El Concello de Cangas prepara un reconocimiento por todo lo alto al recientemente medallista de bronce en el Mundial de Balonmano con la selección española, en un acto en el que se le dedicará una calle, se inaugurará una estatua suya en O Gatañal y se decorarán las paredes del pabellón con las camisetas de la selección y de los diferentes equipos por los que ha pasado.
“Es un reconocimiento a un chico que se lo merece y que aunque se marchó muy joven de Cangas siempre ha llevado el nombre del pueblo por todos los sitios en los que ha estado”, subraya Eugenio González, concejal de Deportes y artífice de este homenaje ya en marcha. La fecha elegida inicialmente es el mes de agosto, tras la finalización de los Juegos Olímpicos de Tokio, a los que el portero del Veszprem acudirá con casi absoluta seguridad. Por entonces pasaría unos días en Cangas y es cuando se quiere aprovechar para rendirle un homenaje que podría ser aún mayor si Corrales regresa con un nuevo metal colgado de su cuello. Pero todo dependerá de la evolución de la pandemia y de que puedan perfilarse todas las actuaciones previstas en los próximos meses.
Así, el concello ya ha realizado el encargo de una estatua de Corrales, que se ubicaría en el exterior del pabellón de O Gatañal. Al igual que como sucedió con la inaugurada el sábado de Teresa Portela, la Escola de Cantería de la Diputación de Pontevedra será la responsable de realizar el trabajo, aunque queda por definir el diseño de la misma en las próximas semanas y conocer los plazos necesarios para su ejecución. El horizonte que se maneja es que esté lista en verano.
No será el único elemento que recuerde en O Gatañal al doble medallista de oro en el Campeonato de Europa (2018 y 2020) y bronce en el Mundial de Egipto. En el interior del recinto Corrales también tendrá su espacio. La idea es decorar uno de los pasillos que conduce a vestuarios con las camisetas de los equipos en los que ha militado (Cangas, Huesca, Barcelona, París Saint Germain y Veszprem), además de con las que ha jugado los últimos Europeos y Mundiales con la selección española. E incluso la que pueda traer de Tokio.
Pero el concello también quiere dedicarle una calle, como en su momento hizo con los palistas Carlos Pérez y David Cal. El lugar elegido no es otro que la calle donde se situaba su vivienda familiar, en la Rúa da Pedreira, en el lugar de Santo Domingo, en la parroquia de Coiro. Esta idea había sido consensuada en su momento por Eugenio González con el fallecido alcalde Xosé Manuel Pazos y ahora habrá que retomarla, toda vez que se trata de una iniciativa que debería ir a pleno y una vez allí recibir el respaldo de la corporación. Habida cuenta de los méritos que acumula Rodrigo Corrales no debería haber excesivo problema a la hora de buscar un acuerdo.
Un partido de despedida para Suso Soliño
En la misma línea de rendir tributo a los deportistas que, de una u otra manera, han hecho historia para el balonmano en Cangas, la Concellería de Deportes tiene anotado otro nombre en su agenda. Y ese no es otro que el del otrora capitán y jugador insignia del Frigoríficos del Morrazo: Suso Soliño. La intención es organizar un partido homenaje al antiguo inquilino del extremo derecho del Cangas y las apuestas van porque sea un choque entre su club de siempre y la selección gallega de balonmano. La idea es que Soliño, si así lo desea, pueda disputar unos minutos con cada equipo y así poder tener la despedida en la cancha que no tuvo en su momento. La eclosión de la pandemia del coronavirus ha dejado en punto muerto este partido homenaje, toda vez que se pretende que esa jornada sea un gran reconocimiento a Soliño, en el que pueda estar presente el público que lo apoyó de forma incondicional desde las gradas de O Gatañal a lo largo de sus más de dos décadas en el primer equipo. Soliño ha sido uno de los hombres récord del Frigoríficos del Morrazo, con más de 500 partidos en la máxima categoría a sus espaldas, en los que superó la barrera de los 1.500 goles, antes de que una lesión le apartase de las pistas en el año 2019.
