Conscientes de la extrema dificultad de la empresa pero, seguramente por ello, también conocedoras de que no tienen nada que perder. Con esa actitud positiva, reforzada por su fantástico partido en Gran Canaria el pasado miércoles, recibe hoy el Guardés al Besançon para el segundo asalto de la Q3 de la Liga Europea. En el primero de ellos, el pasado sábado en la localidad francesa, el conjunto miñoto sucumbió 34-23. Una desventaja de once goles demasiado abultada para lo que sucedió sobre la pista pero tan real como el milagro que deberán obrar las pupilas de José Ignacio Prades si quieren avanzar a la fase de grupos de la competición.

Para conseguirlo, el técnico alicantino recupera a Fanny Descalzo, que no viajó a Canarias por asuntos laborales. Con la valenciana, dispondrá de las 13 jugadoras de la primera plantilla disponibles y completará la convocatoria con las juveniles Yaiza Alonso, Aroa Fernández y Márian Mera. El otro factor favorable será el ambiente de A Sangriña, siempre mágico y más cuando su equipo lo necesita.

A partir de ahí, el plan está claro: jugar lo mejor posible, tratar de ganar el partido y ver cómo se desarrollan los acontecimientos. La empresa es de una complejidad extrema, pero los milagros existen en el deporte. Y más cuando las llamas de O Inferno arden a pleno rendimiento.

El Besançon, que no se guarda nada, llega a A Guarda decidido a evitar sorpresas. El conjunto francés evidenció su fortaleza defensiva basada en una enorme agresividad. Esa fue la pauta cuando jugó como local y en el equipo miñoto esperan que ese patrón cambie como visitante. Si las francesas no pueden correr, el Guardés equiparará las fuerzas y podrá competir de igual a igual, pese a que se enfrenta a un rival que le triplica en presupuesto. Con esas premisas claras y A Sangriña empujando por detrás, todo es posible. Por intentarlo que no sea.

Será el último partido de 2021 para las jugadoras del Mecalia que, tras el choque, se repartirán entre las que asisten al Mundial de España con sus respectivas selecciones -Arcos y Prades con las ‘Guerreras’, Carratú con Argentina y Pessoa con Brasil- y las que dispondrán de unos días de asueto para cargar las pilas. Falta les hará, tras un maratón contra Bera Bera, Rocasa y Besançon dos veces en poco más de diez días.

El técnico del Guardés, José Ignacio Prades, no vende humo y reconoce que “las posibilidades de pasar la eliminatoria son muy remotas” debido al “resultado tan malo” que su equipo cosechó en la ida en Besançon (34-23). “Pero esto es deporte y no matemáticas”, advierte. “Nuestro primer objetivo es hacer un buen partido, estar más serias y sobre todo con mucho más acierto que en el partido de ida”, destaca Prades, que señala que “ganar” es la meta para esta cita de vuelta. “A partir de ahí, ir sumando goles. Depende cómo nos veamos y cómo empuje la afición, puede pasar cualquier cosa, aunque sabemos que es muy difícil”, apostilla el técnico de Petrer, que aboga por “lavar la imagen” que se dio en Francia.