Baiona vuelve al centro del mundo

Cientos de personas reviven la Arribada de “La Pinta” con la primicia del Descubrimiento de América con el espectáculo que puso fin en la playa a tres días de fiesta pasada por agua

D.P.

Faltaban los medios tecnológicos de hoy para que una de las noticias más importantes de la historia se hiciese viral en Baiona, pero la villa puso todo de su parte para que aquel Nuevo Mundo del que hablaban Martín Alonso Pinzón y su tripulación al desembarcar de “La Pinta” llegase cuanto antes a la corte y al resto del mundo. La representación de la “Arribada do Descubrimiento” en la playa de A Ribeira recoge el momento en que el corregidor de la villa entrega a los correos el mensaje para que se lo entreguen raudos a los reyes Isabel y Fernando. Por más que se repita, el espectáculo que sirve de colofón a la Festa da Arribada sigue deslumbrando a los espectadores cada año. La lluvia le restó público esta vez, pero fueron cientos los que lo disfrutaron paraguas en mano.

La pieza teatral escrita por Avelino Sierra, dirigida por Mónica Sueiro e interpretada por un elenco de actrices y actores gallegos es el momento culminante del programa festivo con el que la villa conmemora el día que fue el centro del mundo, el día en que recibió la primicia del Descubrimiento de América.

“¡Qué emocionante ha sido poder asistir a la escenificación de la playa hoy!”, explicaba ayer María Rodríguez. Junto a sus dos niños aseguraba que se le hizo corto y que todos disfrutaron mucho al conocer cómo Cristóbal García Sarmiento, el piloto miñorano de la carabela, desembarca con la gran noticia y cómo Baiona aplaude a Martín Alonso Pinzón y repica las campanas.

El relato de lo ocurrió aquel 1 de marzo de 1493 es parte esencial de la fiesta, pero hay muchas más. Las miles de personas que ayer también “arribaron” en Baiona se distribuyeron por calles y plazas para retroceder 531 años con todos los sentidos. Con la vista, admirar los decorados, trajes, puestos de venta de artesanía, obradoiros. Con el oído, escuchar los sonidos de antaño como la música medieval de los conciertos. Con el olfato y el gusto, disfrutar de los aromas de la gastronomía tradicional y degustarlos. Con el tacto, apreciar la calidad de los tejidos de algunas ropas medievales, alimentos, y, por vez primera, el programa de actos en braille para ayudar a las personas invidentes a participar en las actividades.

El alcalde, Jesús Vázquez Almuiña, destacó que el público asistente a la fiesta ha sido “similar al de años anteriores” a pesar de las condiciones climatológicas adversas en algunos momentos. De hecho, al igual que el sábado, la mañana de ayer fue complicada, con chaparrones y una sensación de día oscuro que la fiesta disipó.

Funcionaron los autobuses lanzadera ante la problemática de encontrar aparcamiento más cerca, el público disfrutó de los espectáculos diferentes y no se produjeron según el gobierno municipal incidentes de importancia.

La jornada de ayer fue la de más afluencia de los tres días de fiesta y en la que los asistentes prefirieron coger el paraguas a quedarse en casa. Comenzó con la apertura del real mercado y una demostración de tiro al arco en la playa de A Ribeira. El vermú estuvo animado por una batucada a cargo de “Lenha Verde” y los faunos del grupo Malatitsch, y por el pasacalles “Dosequilibrados” a cargo del grupo Circocido y Upsala en el parque de A Palma y en zona Ribeira-Gastro, del paseo de Ribeira, donde se ubicaba una selección de puntos de degustación gastronómica. Un combate de esgrima medieval, con una representación teatral de duelos con espadas, a cargo de la Sala Viguesa de Esgrima Antigua, fue otro de los atractivos de la jornada. También el pasacalles “La Leyenda” , donde las brujas, el minotauro, el fauno y la ninfa divirtieron a los niños. Tras una batucada, a las 22.00 horas se cerró la fiesta hasta que, el año próximo, Baiona sepa de nuevo que se descubrió América y lo festeje.

Suscríbete para seguir leyendo