El Seprona descarta maltrato animal en el caso de los caballos de O Galiñeiro

Dos agentes del Seprona revisan uno de los cadáveres localizados.

Dos agentes del Seprona revisan uno de los cadáveres localizados.

La investigación en torno a los cuatro cadáveres que aparecieron muertos en un cercado de O Galiñeiro concluye que murieron por causas naturales y que no sufrieron maltrato animal. Tras los análisis de los restos hallados en las proximidades de Auga da Laxe que realizaron veterinarios del departamento de Sanidade Animal de la Xunta y las pesquisas llevadas a cabo por los agentes sobre el terreno, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil descarta que los ganaderos los dejasen morir de hambre y frío, como sostenía el denunciante.

Como indican los propietarios de ganado en libertad del entorno apenas la mitad de los potros nacidos cada año sobreviven a las duras condiciones del invierno, cuando la falta de alimento y las bajas temperaturas y lluvias los debilitan. Es en esta época del año cuando los equinos se acercan a las poblaciones y causan accidentes de tráfico o daños en cultivos, por eso los trasladan a espacios vallados en el monte como este de O Galiñeiro. En este caso, eran ejemplares de en torno a un año de edad y, como había señalado Abraham Salgueiro, presidente de la Asociación de Gandeiros de Cabalos do Galiñeiro, podían encontrarse enfermos a causa de la dentición.

La Guardia Civil no interpondrá, por tanto, denuncias, aunque sí ha instado al colectivo de ganaderos a encargarse de la retirada de los restos a través de un gestor autorizado.