Setas y carballos para el futuro en el parque forestal de Nigrán

Escolares de sus dos parroquias, Camos y Chandebrito, siembran bellotas e inoculan eucaliptos para cultivar los hongos

Alumnos del CEIP A Cruz de Camos inoculan hongos en troncos  de eucalipto para o futuro parque forestal.  // FdV

Alumnos del CEIP A Cruz de Camos inoculan hongos en troncos de eucalipto para o futuro parque forestal. // FdV / N.P.

El futuro parque forestal Os Matos-Río Táboas de Nigrán ya tiene quien lo cuide. O al menos el Concello busca sembrar entre las nuevas generaciones la sensibilidad necesaria para garantizarle un porvenir. Escolares de 5º de Primaria de las parroquias por las que se extiende, Camos y Chandebrito, participan en un proyecto municipal que pretende involucrarlos en el desarrollo del espacio natural. La idea es conseguir que lo quieran, por aquello de que se cuida lo que se ama. Ayer sembraron bellotas para que los carballos pueblen el enclave e inocularon hongos a eucaliptos con el fin de producir setas que ayuden a rentabilizarlo.

Se trata de un programa que promueve el Concello de Nigrán en colaboración con la brigada medioambiental y del programa de huertos escolares municipales contratado al colectivo Somos Terra. Una iniciativa escolar pionera para implicar a los pequeños del CEIP A Cruz y del Colegio Estudio en el futuro del entorno. “Trátase de vincular afectivamente á rapazada coa súa contorna ao tempo que adquiren valores e coñecementos moi necesarios. Eles son o verdadeiro futuro do parque, os que velarán polo seu benestar e o defenderán cando os adultos de hoxe xa nos esteamos aquí e os que o gozarán no seu máximo esplendor”, explicó el alcalde, Juan González.

La iniciativa del Ayuntamiento, que se desarrollará durante todo el año, arrancó ayer en ambos colegios, con la siembra de 40 bellotas procedentes del parque natural del Monte Aloia en macetas de tetrabriks. La propia brigada forestal asesoró a los pequeños en las tareas y, durante el curso, Somos Terra les enseñará a cuidarlos para, ya en julio, trasladarlos al vivero del parque forestal, una parcela de 1.000 metros cuadrados junto al mirador, muy cerca del Bosque da Memoria de Chandebrito. El alumnado aprendió también a inocular troncos de eucalipto para la producción de shiitake, que se quedaron de momento en los colegios, aunque el objetivo es que puedan emplear esos conocimientos para, a partir de febrero, inocular directamente sobre los tocones en el propio parque. “Esa é a novidade coa que se está a experimentar, o de facelo directamente sobre os eucaliptos cortados porque, ademáis de producir setas, mataría completamente esta especie invasora que queremos erradicar”, explica Carla Pérez, ingeniera forestal jefa de la brigada municipal. El resultado, avanza será evaluable en los meses de septiembre y octubre, cuando se aprecie la producción.

El espacio natural, vertebrado por el bosque de ribera del río Táboas, se ubica en 42 hectáreas de terrenos que resultaron totalmente calcinados en los terribles incendios de octubre de 2017. Treinta de ellas pertenecen a la comunidad de montes de Camos (Castelo y As Chans) y las doce restantes a la de Chandebrito (As Rozadas). Ambas entidades cedieron los terrenos al Concello para desarrollar el entorno de recreo libre y público, con valores naturales, culturales y paisajísticos únicos. La inversión que realiza el Ayuntamiento será de 400.000 euros y la propia brigada municipal lleva a cabo los trabajos bajo la dirección técnica de la consultora forestal Landra.

Barrera contra los incendios

El fuego asoló todo el terreno, tanto la masa arbórea con aprovechamiento maderero como el bosque de ribera y las plantaciones de coníferas y frondosas. Actualmente ha sido regenerado de forma natural con pinos, eucaliptos, carballos y castaños. La idea es que, gracias a la intervención humana, se recupere el bosque singular, con un inmenso atractivo por la gran variedad y diversidad de especies vegetales y animales que lo habitan. Así que todas las intervenciones irán destinadas a restaurar la cubierta arbórea para mantener su microclima húmedo.

El proyecto contempla medidas naturales de prevención y defensa contra los incendios, de puesta en valor de elementos patrimoniales y culturales –fundamentalmente petroglifos– o la restauración de antiguos molinos. Se prevé además la creación de elementos sociales y de uso público como un área recreativa en O Serradouro y As Rozadas, el acondicionamiento del mirador de O Castelo o la apertura de una ruta de senderismo.

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