Las rosas de Mos van en mochila

Vecinos de las parroquias aprenden a darle un segundo uso a las flores de sus jardines

Participantes en el taller de estampado de rosas en tela, celebrado en Herville.  // D. P.

Participantes en el taller de estampado de rosas en tela, celebrado en Herville. // D. P. / lucía costas

De tonos amarillo, azul, naranja, rojo, rosa y púrpura, monocromáticas o de colores mezclados, así son las más de 30.000 variedades de rosas existente en el mundo, entre ellas las localizadas en prácticamente todos los jardines de Mos. Esta flor, elemento insigne del Concello, está siendo también la gran protagonista este mes de junio, cuando se celebra su fiesta, el próximo martes 13. El gran concierto de David Bustamante, anteayer, fue el primero de los grandes actos programados, pero desde la pasada semana se están desarrollando talleres en las diferentes asociaciones culturales de las diez parroquias mosenses en los que se les da un segundo uso a las rosas.

A estampar rosas en tela es lo que aprendieron los vecinos en las sesiones impartidas en Guizán y en Herville. Los asistentes, jóvenes y mayores de entre 20 y 60 años, diseñaron su propia mochila con los ejemplares que cada uno llevó de su casa. Lo que de primeras parecería un trabajo de fábrica y en cadena se desarrolló de lo más tradicional posible. Y es que en vez de utilizar un tórculo para hacer el prensado de los materiales y lograr así el estampado, “empleamos métodos más caseros y sencillos”, explica Rubén, el monitor encargado de impartir este taller. Así, una vez dispuesta sobre la tela la rosa, “que colocamos pétalo a pétalo para que se aprecie mejor la forma”, se cubre con papel de horno y con un martillo se comienza a golpear y ejercer presión para dejar plasmada en la tela la forma y colores del ejemplar, incluidos el tallo y las hojas, siempre a gusto de cada persona. Una vez retirado los materiales y para remarcar el diseño emplean otras dos técnicas consistentes en dibujar el entorno de los elementos, bien con un rotulador especial para tela o con pintura.

"Colocamos pétalo a pétalo para que se aprecie mejor la forma sobre la tela"

En asociaciones de otras parroquias se impartieron obradoiros para elaborar jabones con rosas. Es el caso de A Cividade, A Veigadaña, Abrente, Nosa Terra, As Pedriñas, Chan do Bosque y en Dornelas, donde se cerró este ciclo de talleres que ha sumado la participación de más de 200 personas. En este caso, “utilizamos polvo y aceites esenciales de rosas y ponemos en práctica la técnica de saponificación en frío”, explica Cloti, la monitora del curso; gran parte del elaborado lo hará cada cual en su casa, pues “es preciso esperar entre 24 y 48 horas para que seque, se desmolda y comienza el proceso de curado que se prolonga unos 45 días”.

Ella misma también se encargó de impartir el taller de secado de rosas. El primero se realizó en Torroso y le siguieron otros en Santa Baia, Tameiga, Cela y en el local de Mulleres Rurais. En este caso los participantes llevaron sus rosas para aprender el proceso de secado, “el cual también es prolongado y conlleva al menos tres semanas, tiempo durante el cual los pétalos permanecen guardados en una caja”. Una vez secos son múltiples los usos, desde una mascarilla facial, crema antienvejecimiento o agua de rosas, la cual también aprendieron a elaborar en este obradoiro.

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