La reina de las camelias de Soutomaior

Lelita Gradín destaca el auge del certamen que fundó hace más de dos décadas

La fundadora de la muestra de la camelia de Soutomaior,  Lelita Gradín, ayer, con unos ejemplares de esta flor.   // ALBA VILLAR

La fundadora de la muestra de la camelia de Soutomaior, Lelita Gradín, ayer, con unos ejemplares de esta flor. // ALBA VILLAR / Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

Soutomaior será este fin de semana el epicentro de la camelia durante el popular certamen dedicado a la flor de las mil caras, una cita cultural que alcanza su vigesimoprimera edición y que nació gracias a la iniciativa de una vecina, Lelita Gradín, cuando presidía la Asociación de Veciños 8 de Decembro. Ahora la exposición es una de las más destacadas de la provincia, en la que participan medio centenar de expositores, y con un premio especial que lleva el nombre de la fundadora.

La flor de la camelia siempre estuvo presente en la vida de Lelita Gradín, una vecina de Soutomaior de 86 años, desde que su madre le regaló hace más de medio siglo un camelio para su finca, situada en el entorno del castillo de Soutomaior. Le gustó tanto que a lo largo de los años fue plantando nuevos ejemplares hasta los 97 que posee en la actualidad. “En aquellos tiempos los jardines del castillo ya tenían una impresionante variedad de camelias, pero no abundaban mucho a nivel particular. A mí me encantaba verlas florecer en invierno y me fui aficionando con el cultivo de nuevas variantes”, explica.

Esta pasión llevó a Lelita a participar en los concursos sobre la camelia más importantes de Galicia como Pontevedra, Vilagarcía y Vigo, donde consiguió importantes premios, hasta que hace 21 años decidió organizar un certamen en su municipio. “Desde siempre pensé que Soutomaior tenía que estar presente entre las citas dedicadas a la camelia porque ofrece unas condiciones perfectas para su cultivo y porque disfrutamos de uno de los mejores lugares para admirar esta flor: los jardines de Excelencia Internacional del castillo”, indica.

Por aquellos tiempos Lelita presidía la Asociación de Veciños 8 de Decembro y los primeros pasos del certamen fueron en la Casa do Pobo de Val Sobral con la participación de cultivadores locales. “Poco a poco fue cogiendo dimensión y se necesitaba más espacio, así que pasamos al pabellón de deportes, hasta que cuando ya tenía una importante trayectoria pedí que se trasladara al castillo puesto que es el emblema del municipio. Desde ese momento el concurso dio un importante salto en cuanto a calidad y participación, porque no hay mejor lugar que este para un concurso sobre la camelia. Los jardines ofrecen un marco incomparable, no hay otro igual”, puntualiza.

Lelita Gradín en el certamen de Soutomaior en el año 2011.

Lelita Gradín en el certamen de Soutomaior en el año 2011. / JOSE LORES

La fundadora del certamen ya hace tiempo que dejó la organización, que pasó a manos del Concello, pero su nombre siempre está presente en el premio especial, con el que se le rinde homenaje. “Para mí es un orgullo ver hasta donde ha llegado este concurso, con la cantidad de personas cultivadoras y aficionadas que acuden todos los años, ver como se implican todos los vecinos, los colegios y los comerciantes con la decoración de sus escaparates. Me emociona mucho porque empezamos de la nada, de una forma muy modesta, y ahora tras dos décadas de recorrido es una cita de referencia situada entre las más importantes de la provincia”, comenta con satisfacción.

Premio en Vigo

Como aficionada a la flor, todavía sigue participando en los distintos concursos de la camelia que se celebran en la provincia. Sin ir más lejos, la semana pasada logró el premio a la mejor presentación artística en la exposición internacional celebrada en el Auditorio Mar de Vigo. “Fue una sorpresa enorme, me hizo mucha ilusión porque no lo esperaba. Eso me sirve de ánimo y me impulsa a continuar con esta pasión que siempre formará parte de mi” .

Lelita también recibió el pasado año un homenaje durante el certamen de Soutomaior como reconocimiento a su trayectoria, en el que ella le dedicó un emotivo poema al municipio. “Soutomaior es mi vida y siempre lo llevaré en mi corazón”, concluye agradecida.

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