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“Lo difícil es reconstruir la vida”

Una vecina de Nigrán muestra en redes la evolución de su mama tras vencer el cáncer y reivindica medidas para facilitar la vuelta al trabajo de las pacientes

Las imágenes de 2018, 2020 y de la actualidad que Noemí ha mostrado con motivo del Día del Cáncer de Mama en las redes. Noemí Fialho

Solo le falta la pigmentación de la areola y el pezón. “Pero eso es simplemente un tatuaje, nada. Además ahora también lo cubre la Seguridad Social. Y luego una pequeña intervención para dejarlo en simetría con el otro”, explica. Después de seis años de lucha, le queda la guinda del pastel y lo celebra mostrando a todo el mundo la reconstrucción de su pecho a través de las redes sociales. Ha sido la forma en que Noemí Fialho conmemoró el martes el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Con naturalidad.

No es la primera vez que esta vecina de la parroquia nigranesa de Chandebrito deja al descubierto las cicatrices de la mastectomía. Lo hizo el 19 de octubre de 2018, antes de empezar con el proceso de reconstrucción, y el mismo día de 2020, con la prótesis ya colocada. Ahora enseña el pecho prácticamente terminado. Quizás con más orgullo que nunca. “Cada cicatriz que tenemos es la confirmación de que las heridas sanan. Las cicatrices son marcas de superación que solo un verdadero guerrer@ posee. Que la esperanza sea más fuerte que el miedo”, dice en el texto que acompaña las imágenes en su perfil de Facebook.

Todavía espera repetir el año que viene y cruza los dedos para “que sea ya la foto definitiva” y pueda cerrar esta etapa de una vez. No solo por dejar de entrar en los quirófanos, sino por volver a la normalidad. La física y emocional pero también la laboral, la de la rutina.

Y es que Noemí perdió el empleo como dependienta como consecuencia del cáncer y sigue en paro después de cuatro años. Quedarse sin trabajo poco después de volver de una baja fue para ella un “batacazo enorme” dentro del proceso. Pero no es menos frustrante, recalca, “ir a entrevistas de trabajo y que te pregunten por qué llevas tanto tiempo sin trabajar. Cuando les contestas que por enfermedad y acaban sacándote que por cáncer ya no te llaman”. Es algo que ella misma comprende porque “nadie va a querer contratar a una persona que pueda irse de baja”, pero reivindica alguna medida por parte de las Administraciones públicas “para dar facilidades a los empresarios para que la gente como yo podamos reincorporarnos a un puesto de trabajo”.

Luego están las secuelas físicas que deja la quimioterapia, que también resultan limitantes. “Ahora tengo menos movilidad en un brazo y no puedo coger peso, pero solo me han reconocido el 4% de discapacidad, casi como si estuviera perfectamente cuando hay cosas que no puedo hacer”.

Tampoco hay ayudas para recuperarse de esas consecuencias de la enfermedad. “La quimioterapia me comió las encías y tengo que ir continuamente al dentista. También tengo que recibir masajes para recolocar todo. En fin, que si por encima te cuesta entrar en el mercado laboral se complica todo muchísimo”, denuncia.

La superación del cáncer y la reconstrucción del pecho son pruebas muy duras, en su caso además se complicó al rechazar el su cuerpo el primer implante. Pero para Noemí, “lo verdaderamente difícil es reconstruir la vida”. 

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