Benítez se somete al escrutinio de Balaídos

El entrenador del Celta recupera a Cervi y prescinde de Hugo Álvarez ante el Girona tras la dolorosa derrota en la Copa

Benítez saluda a Kevin. // R.GROBAS

Benítez saluda a Kevin. // R.GROBAS / J. conde

La eliminatoria del Celta en la Copa del Rey generó tal frustración en una parte de la afición local que Rafa Benítez tuvo que escuchar las primeras peticiones de dimisión en Balaídos, a donde el equipo vigués regresa esta tarde (14 horas) para afrontar la vigesimosegunda jornada de LaLiga ante un Girona que pelea por el liderato con el Real Madrid. Los célticos disponen de otra oportunidad en casa para sumar una victoria que les aleje un poco más de los puestos de descenso, que ahora tienen a dos puntos y a la espera de lo que hagan hoy el Cádiz y el Sevilla, sus perseguidores. Benítez, a quien el celtismo someterá a escrutinio, recupera a Franco Cervi, tras una lesión muscular, y a Iván Villar, tras dos partidos de sanción, aunque descarta al canterano Hugo Álvarez, titular en la Copa, para que refuerce al filial en el derbi contra el Deportivo. Tampoco ha convocado a Javier Manquillo, recién incorporado en este mercado de invierno, a la espera de que el ex lateral del Newcastle recupere el ritmo de competición. El equipo catalán, que también viene de despedirse de la Copa en Mallorca, se presenta con importantes bajas en defensa como David López, Eric García y Juanpe Ramírez.

Benítez quiso cerrar ayer el capítulo de la Copa comprendiendo la desilusión del celtismo por la eliminación del partes pero recordando que la Real es muy superior ahora mismo al Celta y que no se puede olvidar que el equipo vigués llevaba siete años sin disfrutar de unos cuartos de final de este torneo. Por ello, el técnico madrileño solicita “unión” y “paciencia” para que se consolide su proyecto deportivo, recordando que su plan le llevó al éxito en clubes europeos importantes como el Liverpool o el Nápoles.

A pesar de las buenas intenciones de Benítez, el Celta mantiene una trayectoria muy irregular que ha afectado incluso a la calidad de su juego. En ello tiene que ver la constante rotación de piezas en el centro del campo. Con Tapia como referencia en la medular, de la que desplazó a Beltrán, los célticos han perdido circulación de balón y presencia en ataque. El peruano y el toledano, podrían coincidir en el once, como ante el Betis, en la primera victoria de 2024. El técnico, sin embargo, apostó por Dotor y Tapia ante la Real Sociedad hace una semana. Ambos formaron el doble pivote en Montilivi, en la primera vuelta, donde el Celta rozó al menos un empate tras la polémica por el gol anulado a Luca de la Torre en los minutos finales para que Herrera anotase el tanto del triunfo local en el descuento.

Frenar la profundidad de los laterales Miguel Gutiérrez y Yan Couto es una de las preocupaciones de Benítez en la tarde de hoy, por lo que no se descarta que el madrileño apueste de nuevo por una defensa con tres centrales (Starfelt, Núñez y Carlos Domínguez), en la que Mingueza y Manu Sánchez jugarían como carrileros.

Larsen y Aspas se perfilan como la pareja de delanteros, a pesar de que el capitán protagoniza su peor temporada en la máxima categoría. Douvikas, brillante en la Copa, se mantiene como recambio para un Benítez que tampoco puede contar con Jonatham Bamba, que continúa disputando la Copa de África con Costa de Marfil.

El Girona se presenta en Vigo con el ucraniano Dovbyk como máximo goleador de LaLiga (14 tantos, como Bellingham). El equipo catalán, de hecho, es el máximo goleador del campeonato (51 tantos). Míchel Sánchez recupera a Aleix García, tras cumplir sanción. Y a Balaídos regresa el neerlandés Blind, quien disputó en Vigo el partido de ida de las semifinales de la Europa Liga con el Manchester United.

Siete años después de aquella gesta europea, el Celta afronta una dura prueba para comprobar su capacidad de recuperación tras el duro varapalo de la Copa. Tras su doble derrota ante la Real Sociedad, el equipo vigués necesita recuperar los buenos resultados con los que arrancó 2024 y que le llevaron a ganar en casa al Betis, sumar un punto en Mallorca y plantarse en los cuartos de final de la Copa del Rey tras superar al Amorebieta y al Valencia a domicilio. Benítez, que insiste en que no escuchó los pitos y la solicitud de dimisión de parte del celtismo, confía en que su plan comience a consolidarse y se olviden las desilusiones.

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