Un ilustre de la periferia

El olimpo de los mejores goleadores de la historia de LaLiga está repleto de futbolistas que han pertenecido a los equipos más poderosos del campeonato español y que ganaban títulos con frecuencia. La excepción a esta regla es un gallego de Moaña que, salvo un fugaz paso por el Sevilla y el Liverpool, ha cimentado toda su leyenda en un modesto equipo como el Celta.

Iago Aspas Juncal alcanzaba el sábado pasado en el estadio de Son Moix la cifra de 150 goles en la máxima categoría, un registro que le sitúa en el puesto vigesimosegundo de los mejores artilleros de una de las ligas más importantes y competitivas del planeta fútbol. Y el moañés no ha dicho todavía la última palabra, pues está en condiciones de escalar más posiciones hasta que se retire, pues salvo Antoine Griezmann, el resto de los que van por delante de él hace tiempo que se convirtieron en exfutbolistas.

El céltico tiene por delante a Julio Salinas, con dos goles más; al gran Puskas, a 6; a Aritz Aduriz, a 8; al mítico Luis Aragonés, a 10; y a Samuel Eto’o, a 12. A varios de ellos seguramente los superará en número de goles en lo que resta de temporada; y al menos tendrá un año más de actividad por delante para alcanzar incluso al uruguayo Luis Suárez, que con 176 goles figura como el decimosexto mejor rematador de LaLiga.

De matador a director de orquesta

El valor de los éxitos de Aspas adquiere mayor importancia, si cabe, porque los está alcanzado con un equipo que en los últimos años ha pasado muchos apuros para mantenerse en la máxima categoría y nunca ha conquistado una Liga o una Copa del Rey. Porque revisando la relación de los goleadores históricos, la mayoría pasaron por el Real Madrid o el Barcelona y algunos menos por el Atlético de Madrid, el Valencia o el Athletic Club.

Es verdad que Lionel Messi, que ocupa la primera plaza de este ranking, sumó sus 474 goles en LaLiga con la camiseta del Barcelona únicamente; al igual que Cristiano Ronaldo (311, segundo), Karim Benzema (238, cuarto) y Raúl González (228, sexto) lo hicieron solamente con la del Real Madrid. También Telmo Zarra, quien mantuvo esta corona durante décadas, fue un futbolista de un solo equipo: el Athletic Club.

Otros de los grandes rematadores del campeonato español completaron sus marcas personas tras pasar por diferentes clubes, pero de primer rango casi todos. Es el caso de Hugo Sánchez (234), que pasó por Real y Atlético de Madrid, así como por el Rayo Vallecano; es el mismo caso que el de Alfredo di Stéfano (227, séptimo), que lució los colores del Real Madrid y el Espanyol; el asturiano Quini (219, noveno), que brilló en el Sporting de Gijón y en el Barcelona; y el catalán César Rodríguez (221, octavo), que jugó en el Barça, en el Granada, en la Cultural Leonesa y en el Elche.

Es verdad que Aspas no ha conseguido todos esos goles con la celeste. Durante su temporada en el Sevilla, el moañés incrementó esta estadística con dos tantos. Además, se encuentra cerca de alcanzar una cifra redonda con el club de su vida: le falta un solo gol para llegar a los doscientos con la camiseta celeste. A los 148 tantos que anotó en Primera División se añaden los 34 que firmó en Segunda, los 12 de la Copa del Rey y los 5 de la Liga Europa.

Pahiño, décimo

En la décima posición aparece el primero de los gallegos que han alcanzado esta ilustre lista: el vigués Manuel Fernández, ‘Pahiño’ (214 goles), que tras triunfar en el Celta firmó por el Real Madrid y después también hizo goles con el Deportivo de A Coruña. De su importante cosecha como rematador, Pahiño firmó 57 como céltico en la máxima categoría. En las cinco temporadas que perteneció al conjunto vigués, el goleador de Navia disputó 130 partidos, en los que anotó 91 goles.

La importancia de los números de Aspas como goleador alcanzan mayor trascendencia teniendo en cuenta quiénes le acompañan en esta lista, pues ya ha dejado atrás a futbolistas como Ladislao Kubala, Jose Mari Bakero o Raúl Tamudo, toda una leyenda en el Espanyol.

Este curso, y después de haber alcanzado los 36 años de edad, Aspas ha reducido su incidencia como goleador de LaLiga, pues en las primeras veinte jornadas del campeonato solo ha sumado 3 goles, después de encadenar cuatro premios Zarra como máximo artillero español del campeonato.

El moañés, sin embargo, ha recobrado el olfato goleador en los primeros días de 2024, pues marcó de penalti en el estreno del nuevo año frente al Betis y a la semana siguiente en Mallorca abrió el marcador con un gran gol: remató la pelota tal como le llegó al corazón del área tras un pase de Larsen. La enganchó con la izquierda y la metió pegada al palo derecho de Rajkovic. Ese tanto, el tercero del curso, le llevó a alcanzar una cifra importante, hasta el punto de que LaLiga le felicitó por ello. Desde el puesto 22, el moañés se prepara para dar el salto hacia posiciones más altas del olimpo del fútbol español. Tiene a Salinas a dos goles, a Puskas a seis y a Aduriz a ocho. Está en sus pies.