Balaídos, propósito de Año Nuevo

El Celta necesita recuperar la fortaleza perdida como local para impulsar la remontada en la tabla

El desafío es mayúsculo: Betis, Real y Girona, próximos visitantes

Benítez da indicaciones durante la visita del Granada a Balaídos.

Benítez da indicaciones durante la visita del Granada a Balaídos. / RICARDO GROBAS

El Celta cierra mañana contra el Betis una decepcionante primera vuelta del campeonato. Tras encadenar once jornadas consecutivas en puestos de descenso, el equipo vigués necesita una reacción inmediata, que pasa necesariamente por recuperar la fortaleza perdida como local desde la llegada de Rafa Benítez al banquillo de Balaídos.

Con el técnico madrileño al frente, los celestes han ganado un único partido en casa, el último, contra el Granada, un equipo que tampoco ha ganado a casi nadie y que ofreció una imagen muy pobre en el estadio vigués. Precisa el Celta un triunfo como local que impulse su autoestima (bajo mínimos tras la debacle sufrida en el último partido del año La Cerámica) y ganar al Betis, rival que no se le ha dado mal en las últimas temporadas, puede ser el estímulo que necesita para asomar por fin la cabeza.

Le esperan luego dos salidas complicadas (la Copa contra el Amorebieta y la visita al Mallorca en Son Moix) antes de afrontar otros dos complicadísimos compromisos en casa contra la Real Sociedad y el Girona que pueden marcar para bien o para mal su futuro en la competición.

El desafío para los de Benítez es mayúsculo no solo por la entidad de sus próximos adversarios, sino por la perniciosa deriva del equipo en Balaídos este curso, donde apenas ha sido capaz de sumar un triunfo (Granada) y cuatro empates (Alavés, Getafe, Sevilla y Cádiz), dos de ellos en superioridad numérica, y ha perdido otros cuatro partidos (Osasuna, Real Madrid, Mallorca y Atlético de Madrid).

La buena noticia es que el Celta no pierde en Balaídos desde el pasado 21 de octubre, cuando resultó goleado por el Atlético en un duelo negativamente condicionado por la rigurosa expulsión de Iván Villar. Tras esta derrota, firmó tablas frente al Sevilla (1-1) con polémica por la intervención del VAR para corregir un penalti a Douvikas que el árbitro había señalado sobre el terreno y no pasó de otro empate contra el Cádiz, pese a jugar más de 70 minutos con un hombre más por expulsión de Víctor Chust. En su última comparecencia, un solitario gol de Larsen a los 20 minutos de arrancar el juego le bastó para llevarse una victoria raspada contra el Granada. Era la segunda del curso, tras la lograda a comienzos de septiembre en Almería. Los celestes solo han sido capaces de ganar por el momento a los dos últimos de la tabla.

La visita del Betis supone una oportunidad para cambiar las tornas y encadenar por primera vez dos triunfos en casa, logro que no se consigue desde comienzos del pasado mes de marzo, cuando el equipo dirigido por Carlos Carvalhal goleó consecutivamente en Balaídos al Valladolid y al Rayo Vallecano por sendos 3-0.

Los siguientes en comparecer en Balaídos serán la Real Sociedad y el Girona. El encuentro contra el conjunto donostiarra ha sido programado para el sábado, día 30, a las 21.00 horas. El duelo contra el Girona no tiene aún fecha, pero se celebrará el último fin de semana de este mes de enero.

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El Betis, que mañana cierra la primera vuelta en Balaídos, sólo ha ganado nueve de los cuarenta y dos partidos oficiales que ha disputado en el campo del Celta (21 por ciento), donde además ha cosechado catorce empates (33 por ciento) y diecinueve derrotas (46 por ciento). La última victoria del Betis en Vigo selló la primera de las tres clasificaciones europeas que ha logrado el entrenador chileno Manuel Pellegrini en el banquillo bético, cuando, en la última jornada de la campaña 2020-21, remontó los goles de Iago Aspas y Brais Méndez mediante Fekir, Borja Iglesias y Víctor Ruiz (2-3), privando al equipo que dirigía Eduardo Coudet de encadenar su sexto triunfo consecutivo.

Ese fue el quinto triunfo bético en sus dieciocho visitas al feudo celeste desde el cambio de siglo, un periodo en el que también ganó 0-2 (goles de Assunçao y Fernando) en la temporada 2003-04 y por la mínima en la 2012-13 (marcó Jorge Molina), 2016-17 (tanto de Brasanac) y 2018-19 (anotó Jesé). En la centuria anterior, los béticos ganaron cuatro veces en veinticuatro visitas al Celta, la primera de ellas después de doce intentos baldíos, en 1983, un gol de Poli Rincón y otro de Atilano en propia meta prevalecieron sobre el tanto del gallego Amorós. El mencionado Rincón rubricó el 0-1 de la temporada 1985-86, Ángel Cuéllar protagonizó con un doblete la victoria de la campaña 1994-95 y los tantos de Alexis y Olías derrotaron al conjunto vigués en la Liga 1996-97.

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