Gabri Veiga regatea con el balón y con el micrófono

Gabri Veiga Novas (O Porriño, 2002) es un futbolista de aprendizaje rápido. Apenas necesitó media docena de apariciones en la élite para convertirse en una de las revelaciones de LaLiga y ayer esquivó con maestría las preguntas de la prensa madrileña sobre su futuro deportivo, a pesar de que en Vigo su club le aislase todo el curso de los medios de comunicación locales. El porriñés es un chico listo con el balón en los pies y con un micrófono en las manos.

Ayer, Veiga regateó todas las preguntas sobre su futuro –depende de una cláusula de 40 millones de euros por la que puede marcharse del Celta mientras hay varios equipos de la élite europea interesados– y quiso centrarse en el Europeo sub-21 para el que ha sido convocado por el seleccionador Santi Denia y que arranca el 21 de junio.

“Ahora mismo no estoy pensando en mi futuro y quiero vivir el presente, que es la selección, y un reto muy bonito como el Europeo. Ojalá que mi futuro pase por estar en el Europeo, porque aún queda la lista definitiva, y ganarlo”, comentó el centrocampista del Celta en la rueda de prensa celebrada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

“Estoy aquí con la selección centrado en un reto muy bonito y quiero vivir el presente; el futuro ya se verá. Ahora quiero representar a mi país que es una de las cosas más bonitas que hay en el fútbol”, insistió el porriñés ante una nueva pregunta sobre el interés en su fichaje de varios equipos importantes.

Sin presión

Veiga, que debutó con la sub-21 en noviembre pasado en el estadio de La Cartuja ante Japón, afronta ahora el Europeo como uno de los líderes del equipo de Denia, aunque ese rol la asume con tranquilidad. “No me siento con ninguna presión porque todos somos jugadores muy buenos. Al final, aquí lo que prima es el equipo y la selección y ayudar a lo que toque. Somos mejores colectivamente y vamos a por ello”, apuntó en su intervención ante la prensa.

Esquivando cualquiera de las preguntas sobre su futuro, el joven futbolista de 21 años reconoció que no está acostumbrado a hablar en público mientras bromeaba con un “creo que lo estoy haciendo bien”, ante la insistencia de preguntas acerca del interés de varios clubes en hacerse con sus servicios, como Newcastle, Nápoles, Manchester United...

Por otro lado, Gabri Veiga no quiso comparar el precio de Jude Bellingham con el suyo (132 millones de euros pagará el Real Madrid por el inglés frente a los 40 millones de su cláusula de rescisión con el Celta) y agradeció los elogios del técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti. “Cada jugador vale lo que paga cada equipo. Bellingham es uno de los mejores centrocampistas del mundo y aprendo mucho de él”, comentó. Y cree el porriñés que los elogios no le debilitan: “Si lo sabes gestionar de forma madura, todos los elogios son bien recibidos, sobre todo si vienen de un gran entrenador como Ancelotti”, apuntó.

Veiga comentó cómo fue el proceso en el que cambió de agente y por el que ahora está representado por el israelí Pini Zahavi. “Sí que es verdad que ha sido un poco lío todo, pero tomé la decisión de cambiar de representante y me he decidido por el que es el mejor. Es algo por lo que algunos futbolistas tienen que pasar y es algo que me ha ayudado a madurar mucho”.

El centrocampista analizó su actuación con el Celta en un curso complicado, pero que lo despidió como héroe local tras sus dos goles al Barcelona para sellar la permanencia: “Ha sido una temporada espectacular y hubo momentos en los que tuve que pararme a pensar y asimilar todo lo que estaba sucediendo. Todo lo que hice fue un sueño por hacerlo en el club de mi vida”, concluyó.