La salida de Santi Mina del Celta es cuestión de pocos días. El delantero, condenado en primera instancia a 4 años de prisión por abuso sexual, pondrá rumbo hacia Arabia Saudí para jugar cedido en el Al-Shabab el primero de los dos años de contrato que le restan con el club vigués. La cesión de Mina, pendiente tan solo de resolver los trámites legales, despeja el camino para el fichaje de un delantero centro.

Santi Mina ha decidido aceptar las condiciones económicas que le ofrece el equipo que dirige el español Vicente Moreno. Su marcha del Celta tan solo está pendiente de que se gestione su visado –hoy se le vio en comisaría tramitando el pasaporte– y que el juzgado autorice su salida del país.

El Al-Shabab, con el que el Celta tenía un acuerdo desde hace semanas, asumirá el cien por cien del salario del futbolista, que ronda los dos millones de euros. Ello va a permitir al club celeste liberar masa salarial para abordar el fichaje del delantero centro que Coudet necesita para completar su ataque.

La decisión de Mina de aceptar la oferta de Al-Shabab supone un gran alivio para el Celta, que lleva tiempo intentando buscar salida a uno de los futbolistas que más quebraderos de cabeza la ha causado en los últimos meses debido al daño reputacional que el club ha sufrido con su condena por abuso sexual, pero también a la necesidad de liberar su alta ficha para incorporar a otro delantero.

El Celta llegó a alcanzar un acuerdo para su préstamo al Aris de Salónica y a un equipo de los Emiratos Árabes, pero la negativa del jugador, que ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía esperando revocar su condena, lo impidió.

Mina llevaba varias semanas ejercitándose al margen del grupo en la ciudad deportiva tras remitir al Celta un burofax exigiendo su vuelta a los entrenamientos. Al no ser firme la sentencia, el Celta ha tenido que plegarse a la exigencia del jugador, pues su despido habría implicado un gran quebranto económico para la entidad. El Celta, sin embargo, nunca perdió la confianza en convencer al delantero para que aceptase salir cedido.

El punto de inflexión fue la visita del Al-Shabab saudí a Balaídos para disputar el Memorial Quinocho. El equipo que dirige Vicente Moreno mostró un gran interés en hacerse con los servicios del delantero y el Celta volvió a la carga. Tras pensárselo durante algunas semanas, pues Mina confía en ser exonerado dentro de unos meses por el TSJA, el futbolista ha decidido finalmente poner rumbo hacia Arabia Saudí. A este cambio de parecer no ha sido ajena la opinión de su entorno y de sus compañeros de vestuario, que en estas últimas semanas han intentado convencerlo de que aceptase la oferta del Al-Shabab.

El Celta está seguro de que el delantero que se fiche colmará las exigencias de Coudet

Con la marcha de Mina, el Celta tiene el camino despejado para la contratación del artillero con el que Coudet ansía para reforzar su ataque. La llegada de un delantero centro era prioritaria para el técnico argentino, que juega habitualmente con dos puntas y actualmente solo tiene en nómina a Iago Aspas y al portugués Gonçalo Paciencia. El Celta tiene en cartera varias opciones para el delantero centro. El club vigués ha contactado, entre otros, con el ex del Villarreal Cédric Bakambú, pero el delantero galo no quiere abandonar el Olympique de Marsella y el club ha activado otras alternativas.

La liberación del salario de Mina concede al club músculo económico para contratar a un delantero con nivel para ser titular y en la Calle del Príncipe se muestran convencidos de que el delantero que se traiga va colmar las exigencias del técnico.

La salida de Denis sigue bloqueada

Resuelto provisionalmente el caso de Santi Mina, al Celta le queda pendiente por solucionar el que viene siendo el gran culebrón del último año: la salida de Denis Suárez. El tenso pulso entre Carlos Mouriño y el futbolista salcedense se mantiene sin cambios. Lejos de producirse avances, la última comparencia del presidente en que acusaba a Denis de traicionar el club y le reprochaba haber declinado las ofertas que el club le puso sobre la mesa para salir libre, con inmediata réplica del futbolista, no han contribuido a desbolquear la situación, que amenaza con perpetuarse.

El presidente celeste se mantiene firme en su postura de obtener una contraprestación económica por marcha Denis y la amenaza de la grada no parece haber hecho mella en el salcedense, quien el pasado sábado vio desde uno de los palcos de Balaídos el debut liguero del Celta ante el Espanyol.

Nadie da su brazo a torcer, a pesar de que la situación no favorece a ninguna de las dos partes. El Celta necesita desprenderse del alto salario de Denis para poder abordar la contratación de un atacante con el que completar la plantilla y el futbolista, pese a contar con el respaldo mayoritario de la afición en este conflicto, se enfrenta a la posibilidad de pasarse una temporada en blanco. Carlos Mouriño ha decidido que Denis no va a volver a vestir la camiseta del Celta, pero jugador quiere tener pleno control sobre su futuro y no acepta que se le imponga un destino, por lo que ha rechazado las propuestas que Luis Campos le ha puesto sobre la mesa. Denis maneja la idea de militar el próximo curso en un equipo (preferentemente español) que juegue en Europa, pero no ha trasladado propuestas al Celta y algunos de los equipos con los que se le ha relacionado, como el Betis, tienen problemas para inscribir jugadores por cuestiones de límite salarial y difícilmente podrían asumir el alto salario del salcedense.