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El sueño que se hizo pesadilla

Denis Suárez y Santi Mina, que hace tres años abanderaban la ilusionante “operación retorno”, se han transformado en dos serios problemas para el Celta, que trata de librarse de ellos | Ambos coincidieron ayer entrenando

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Denis Suárez y Santi Mina, ayer en Afouteza. Marta G. Brea

Hace ahora tres años Santi Mina y Denis Suárez abanderaban la “operación retorno” que tanto entusiasmo generó en aquel verano de 2019. El Celta tiró de sus recursos económicos y aprovechó buenas oportunidades de mercado (la necesidad del Barcelona de vender antes del 30 de junio y el deseo del Valencia de contratar a Maxi Gómez) para repatriar a dos de sus canteranos. Aquellos movimientos despertaron una considerable ilusión entre los aficionados del Celta ante la perspectiva de aumentar el potencial de la plantilla gracias a productos salidos de su propia factoría y que por diferentes motivos habían hecho carrera lejos de Vigo.

El sueño al que tanto se refirió Carlos Mouriño en el arranque de la temporada 2019-20 ha terminado por convertirse en una pesadilla de difícil solución. Santi Mina y Denis Suárez se han transforma en este tiempo y por diferentes razones en dos problemas de complicada solución para el club que trata de encontrar una vía de escape para una situación que lamina su nombre y limita de forma considerable sus recursos financieros al tratarse de dos de los futbolistas que mejores fichas tienen en la plantilla.

Ayer en la Ciudad Deportiva Afouteza ambos se reencontraron sobre un campo de fútbol. Denis entrena en Mos al no ser incluído en la lista de jugadores que están realizando la gira por Estados Unidos mientras el delantero ha vuelto al trabajo con el resto de la plantilla después de que el club vigués tuviese que atender su petición, mediante burofax, de ser readmitido. El Celta, que había decidido apartarle tras su condena por abuso sexual y mantenía la intención de prolongar esa sanción todo el tiempo posible, tuvo que ceder para proteger los derechos laborales del futbolista y para cuidarse de una eventual demanda de Mina en caso de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía –ante el que ha presentado recurso– le exculpe.

El panorama es complejo para el Celta ya que a ninguno de los dos casos se le adivina una solución a corto plazo. Santi Mina tenía intención de esperar al fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y ha rechazado la posibilidad de salir a alguno de los clubes que han mostrado interés en contar con él. El Celta mantiene su intención de no pagarle –aún tiene firmada dos temporadas más– para desligarse de él aunque ésta pudiera ser la solución más rápida aunque tendría un importante costo para el club a efectos económicos.

Con respecto a Denis Suárez, la situación tampoco ha dado grandes giros desde que concluyó la temporada y se puso en marcha ese reloj que Carlos Mouriño activó el día que le puso la cruz públicamente tras la salida de Bryan Bugarín al Real Madrid de la mano de la agencia que representa Denis y de la que tiene un importante porcentaje. Acabó la temporada y por el momento lo único que ha pasado es que Denis se ha asomado en un par de momentos a los medios para decir que estaba abierto a una posible reconciliación. Esta posibilidad sigue sin ser contemplada por el cuerpo directivo del Celta, que no tiene otra solución para este caso que la salida de Denis Suárez del club a lo largo de este verano. No hay más.

La otra posibilidad es que si no aparece un destino para el salcedense a lo largo del verano acabe con sus huesos en la grada en los partidos de la próxima temporada como es la intención del Celta. En las últimas semanas, el club vigués tampoco ha recibido propuestas en firme por el futbolista –cuya ficha también puede ser un freno para sus potenciales pretendientes– y queda pendiente de saberse por cuánto dinero estaría dispuesto a dejar salir a Denis. La agitación que suele vivir el mercado en las últimas semanas del verano –sobre todo cuando comiencen a fichar aquellos clubes que por el momento permanecen paralizados a la espera de mejores oportunidades– podría aportarle al Celta una solución que ahora mismo no se vislumbra. Los clubes que puedan estar interesados en Denis saben que la necesidad del Celta puede ser determinante en este supuesto.

La cuestión es que ninguno de los dos casos ha evolucionado de forma positiva para el Celta en este tiempo. Al contrario, alguno ha empeorado de forma notable. Y la perspectiva es aterradora para el club, que podría verse en la situación de tener que inscribir en la Liga de cara a la próxima temporada a dos futbolistas que no van a jugar un solo minuto, pero que sí van a tener uno de los dorsales (lo que tal vez limite la llegada de alguna incorporación) y van a cobrar dos de las fichas más voluminosas de la plantilla. Para el Celta tener a buena parte de tu masa salarial comiendo pipas los domingos en Balaídos es una pesadilla que haría colapsar al departamento financiero.El guionista de esta historia comenzó escribiendo un cuento idílico que ha ido derivando en un “thriller” de final impredecible.

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