El Celta se reencuentra con la victoria y con el fútbol que el curso pasado le llevó con Eduardo Coudet a disfrutar de una de las temporadas más plácidas de los últimos tiempos. Y el premio le llega en su visita a Getafe, uno de los campos que peor se le ha dado siempre. El equipo madrileño se hunde en la última posición y es un firme candidato al descenso. Esa fragilidad del rival la aprovechó ayer el Celta para obtener su tercera victoria del campeonato en una buena actuación coral en la que Santi Mina logró un doblete y Aspas se reencontró con el gol. Excelentes noticias para el conjunto vigués, que el jueves recibe en Balaídos al primer clasificado, la Real Sociedad, y el lunes regresa a Madrid para enfrentarse a un Rayo Vallecano que se mantiene invicto en su estadio. Este triunfo, que llega sin encajar goles en contra, supone un respiro importante para el equipo de Coudet, que se distancia a cuatro puntos de la zona de descenso.

Getafe era una referencia para el Celta especialmente porque allí se había producido el debut de un juvenil Santi Mina. En cuanto a resultados, los célticos solo podían presumir de una victoria en diez visitas. Ayer consiguieron la segunda y para el futuro habrá que recordar que el juvenil Hugo Álvarez, un centrocampista nacido en Ourense en 2003, se estrenó ayer con el primer equipo vigués. Fue el premio de Coudet a la cantera del Celta, que se convirtió en la gran protagonista de la victoria en el Coliseum Alfonso Pérez. Porque no solo Mina, en dos ocasiones, y Aspas fueron los autores de los goles. Brais Méndez fue el asistente en los dos primeros tantos y Denis Suárez inició la jugada del tercero, que Galhardo, otra de las buenas noticias del día, regaló a Mina.

Pero el triunfo céltico no comenzó a consolidarse hasta la segunda mitad, aunque ayer los célticos dejaron buenas impresiones desde el arranque del partido. No marcaron en la primera parte, pero dominaron el juego a través del balón, llegaron con relativa facilidad al área rival y dejaron pocas opciones al rival más flojo al que se han enfrentado los de Coudet en lo que va de temporada. Este Getafe es un juguete roto comparado con el que dirigió con mano de hierro Bordalás, ahora en el Valencia. Y de ello sacó provecho ayer el Celta en la segunda mitad.

El primer golpe certero llegó en el minuto 54. Denis Suárez sacó desde el córner para que Brais Méndez prolongase de cabeza en el primer palo hacia Mina, que de otro testarazo superaba a Soria. Por fin, y como reclamaba su entrenador, el Celta se ponía por delante en el marcador.

El rival quedó tocado porque tres minutos más tarde permitió que los célticos aumentasen la ventaja en el marcador. Esta vez se juntaron Mina, Brais Méndez y Aspas en el balcón del área. El vigués combinó con el mosense, que se giró para buscar la carrera del moañés. El centro medio superó a los centrales y Aspas remató a placer.

El segundo golpe fue definitivo para un Getafe que en el minuto 62 se despedía de toda opción de intentar una remontada. El árbitro acudió al VAR para analizar una acción de Djene con Mina en la que el céltico quedó dolorido. El defensa del Getafe había despejado el balón con tanto ímpetu que acabó golpeando el pie del céltico. Expulsión rigurosa que supuso la rendición del conjunto madrileño cuando casi restaba media hora de juego.

Y con el adversario herido de muerte, los célticos se fueron en busca de otro gol que dejase sentenciado un duelo que ya desde el arranque había sido desigual por lo expuesto en el terreno de juego por los azulones y por los celestes (ayer de rojiblanco).

Coudet, entonces, aprovechó para retirar a Aidoo, uno de los más destacados, porque arrastraba una tarjeta amarilla. El técnico no quería correr riesgos de una expulsión. Entró Araújo. El mexicano fue el primero en refrescar el once céltico. Poco después lo harían Galhardo y Cervi por Aspas y Nolito. En menos de 72 horas, el Celta ha de afrontar un exigente duelo ante la Real Sociedad.

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Y Galhardo tuvo una aparición estelar en el partido. El brasileño se ofreció en la posición de boya para el pase frontal de Denis Suárez. El exdelantero de Internacional de Porto Alegre giró el tobillo para que el balón le llegase a Mina, que aparecía a su espalda ganando un espacio libre. Y el vigués fusiló a Soria.

Era el minuto 72 de partido y el Celta dejaba sentenciado un compromiso importante para sus aspiraciones de ir creciendo en la clasificación. Okay y el joven Hugo Álvarez entraron por Mina y por Denis Suárez para disputar los diez minutos finales, en los que el Getafe intentaba no sufrir más daños mientras gran parte de sus seguidores ya habían abandonado el estadio.

Ayer, Coudet apostó por el mismo once que perdió por la mínima ante el Sevilla después de protagonizar uno de sus mejores partidos de lo que va de temporada. En Getafe se prolongaron esas buenas sensaciones de un equipo que pelea por recuperar el buen fútbol que desplegó la temporada pasada con el técnico argentino.

Como venía pasándole en las últimas jornadas, los celestes tuvieron problemas en la definición, aunque en esta ocasión encontraron más facilidades para generar ocasiones de gol. Cinco tuvieron ayer en la primera mitad, en la que dominaron la pelota y apenas dejaron que el rival pusiese en aprietos a Matías Dituro. El portero argentino detuvo un remate sin peligro de Aramburu, dejó pasar el balón que Sandro lanzó de falta directa cerca del larguero y vio cómo Murillo despejaba el disparo del delantero canario desde el punto de penalti. Más trabajo tuvo Soria en el área contraria. La más peligrosa la protagonizó Nolito. El gaditano disparó a las manos del portero. Todo cambió, sin embargo, en la segunda mitad. Mina y Aspas se reencontraron con el gol y el Celta vuelve a sonreír.