El Celta pasó por Getafe como un ciclón para sellar un triunfo que alimenta la esperanza de reencontrarse con la versión del equipo de Coudet que el año pasado ilusionó y entusiasmó a sus aficionados. El 0-3 describe lo sucedido en el Coliseum, donde el cuadro vigués gobernó el partido a su antojo y, pese a que en el primer tiempo le faltó el acierto para inclinar el partido a su favor, no dejó de insistir hasta hacer saltar las costuras de su rival en el segundo tiempo. Dos goles de Santi Mina y uno de Iago Aspas hicieron justicia a los de Coudet, que incluso se permitieron el lujo de conceder descanso a muchos de sus titulares de cara al partido de este jueves en Balaídos ante la Real Sociedad.

No hubo combate en el estadio madrileño. El Celta asumió desde el inicio el control del partido ante un equipo cargado de miedos que se limitó a esperarle convencido de que podría encontrar la manera de hacerle daño a la contra. El mismo sistema que han empleado casi todos los adversarios de los vigueses esta temporada. Pero hoy no era el mismo Celta el que estaba enfrente. Los de Coudet tuvieron ritmo con la pelota, energía en la presión y ambición por buscar de forma insistente la portería de David Soria. Por eso no tardaron en fabricar las primeras ocasiones. Un remate de Hugo Mallo y un disparo de Nolito fueron las mejores oportunidades antes de que el delantero andaluz, en el tramo final del primer tiempo, fallase un mano a mano que hubiese puesto la guinda a un contragolpe maravilloso de los vigueses. Más allá del resultado, lo mejor del Celta fue verle recuperar muchos de los mecanismos que se han echado de menos en lo que va de temporada.

En el segundo tiempo el Celta añadió la puntería a todo lo bueno que había hecho hasta ese momento. Lo ha echado de menos este año aunque también es cierto que los de Coudet no han tenido una producción ofensiva tan alta como para atribuir sus males a un problema de remate. Hoy todo cambió después de que Iago Aspas probase a Soria en un gran remate desde el borde del área. A partir de ahí fue un huracán. Santi Mina anotó en un saque de esquina que Brais prolongó con acierto. Dos minutos después un pase de Brais encontró a Aspas en el área para anotar el segundo tanto. Un gol importante por lo que significa recuperar al moañés después de unas jornadas de sequía. El Getafe se hizo pedazos mientras el Celta no paraba de crecer. Djené fue expulsado y poco después Santi Mina hizo el tercero tras una dejada con el tacón de Galhardo. Faltaban más de veinte minutos y todo estaba resuelto. Coudet dio aire al equipo pensando en lo apretado del calendario y el Celta disfrutó de una noche plácida, algo que ya echaba de menos.