Después de una primera parte sin ritmo, aburida y con apenas llegadas a la portería rival, el Celta B firmó sus mejores cuarenta y cinco minutos de la temporada. El conjunto de Jacobo Montes maniató por completo en la segunda mitad al Racing de Ferrol, incapaz de salir de su propia área, y logró generar múltiples ocasiones para marcar. De hecho, Losada y Solís consiguieron llevar el balón en dos ocasiones al fondo de la portería de Diego Rivas pero en ambas el árbitro decidió anular el gol por un más que discutible fuera de juego.

El Racing se plantó en Barreiro con la intención de ceder el balón y la iniciativa por completo al Celta B. El filial céltico aceptó sin dudarlo su papel protagonista con la pelota. Los dos estaban contentos. Pero el fútbol no entiende de propuestas ni de méritos. Sólo de goles. Y ésa es la especialidad de Joselu. Dos disparos suyos en las únicas acciones con relativo peligro por parte de los departamentales dieron los tres puntos a los visitantes.

El partido consumió casi toda su primera mitad antes de coger ritmo. El Celta B tenía la pelota pero no conseguía hacerla circular con velocidad para descolocar a un rival bien ordenado. Sí que lo consiguió a la media hora, en una gran combinación entre Jacobo y Solís, que puso un medido centro a la cabeza de Apeh. Sin embargo, el delantero vigués cabeceó inocente a las manos del portero.

Mientras, Joselu no perdonó. El delantero ferrolano cazó un balón rechazado tras un saque de puerta céltico y, con un buen tiro cruzado, batió a Vieites para poner el 0-1 con el que se llegó al descanso.

El tanto recibido y la necesidad de sumar puntos para aliviar la delicada situación en la tabla propiciaron que el conjunto de Jacobo Montes regresase al campo tras el intermedio con otra actitud. Molina, de lo más destacado en el encuentro del filial céltico, evidenció la apuesta por un juego más vertical con una recuperación y un gran pase para Apeh, que tiró excesivamente cruzado llegando en el segundo palo Bermejo para conectar un segundo remate muy alto.

Otra acción similar de Molina sirvió para que Apeh pusiese ahora un centro que Solís, en semifallo, envió fuera.

Poco después llegaría el primero de los tantos anulados a los vigueses. Bermejo colocó un peligroso pase hacia Apeh que acabó controlando y convirtiendo en gol Iker Losada. Pero el árbitro, siguiendo las indicaciones de su asistente, decidió anularlo por un supuesto fuera de juego.

El propio Bermejo rozó también el gol al cabecear ligeramente desviado un centro de Sergio. Y otra buena acción entre Bermejo y Solís permitió a Losada conectar un zurdazo que obligó a Diego Rivas a emplearse a fondo para enviar la pelota a saque de esquina.

El Celta B estaba desatado y acumulaba llegada tras llegada con peligro ante un Racing de Ferrol incapaz de contener el vendaval local. Así, en pleno recital vigués, Solís volvió a llevar la pelota al fondo de la portería visitante al cabecear un gran centro de Sergio. Pero, otra vez el colegiado decidió invalidar la acción por una dudosa posición adelantada del jugador vigués.

Pese a todo, los locales seguían confiando en que tarde o temprano el tanto del empate iba a llegar y que en esta ocasión sí que iba a subir al marcador. Hasta que una acción en mediocampo acabó con un jugador del Celta B tendido en el suelo y Fer Beltrán organizando un veloz contragolpe que Joselu, con un disparo raso desde la frontal, transformó en el 0-2. El golpe, a poco menos de diez minutos para el final, fue ya definitivo. El Celta B se quedaba sin los tres puntos pero con cuarenta y cinco minutos para confiar ciegamente en este equipo.