El Celta empezó la pretemporada con cuatro "nueves" puros en su plantilla y reinicia la temporada tras el parón navideño con uno solo. El club celeste se ha dedicado al final a nutrir a otros de un bien escaso, el más solicitado en este mercado invernal.

Lo reconocía el martes el director deportivo del Levante, Vicente Blanco "Tito", cuando hablaba de su interés por un Guidetti que al final parece que reforzará a un rival directo en la lucha por la permanencia. "La contratación de un delantero es una necesidad", comentaba Tito. "No es algo exclusivo del Levante, es una posición que los equipos de Primera con menos goles tienen como objetivo prioritario. Tenemos que estar seguros de lo que queremos y nos gustaría que fuese lo antes posible, pero los tiempos no los vamos a marcar".

Son muchos los pretendientes de similar poder adquisitivo y potencial deportivo que están participando en la caza del delantero. El Levante (15 goles) y el Alavés (13) andan escasos de anotación, pero también Las Palmas (13), Málaga (13) o incluso un Espanyol que podría ser la víctima colateral de la venta de Bakambu al Beijing Guoan. Su principal goleador, Gerard Moreno, es uno de los recambios que estudia el Villarreal.

Curiosamente el equipo más romo de la categoría, el Leganés (12), asimila esa carencia con mucha menos angustia. Se lo facilita el gran dispositivo defensivo construido por Garitano (14 goles encajados), su confortable clasificación (13º, con 21 puntos) y delanteros que hacen el trabajo que se les exige. Uno de ellos, cedido por el Celta: Claudio Beauvue.

Beauvue, que lleva 2 goles en 13 partidos ligueros, es uno de los cuatro arietes cuyo derechos el Celta posee. Su contrato expira en 2021. Otro es Borja Iglesias, cedido al Zaragoza (9 goles en 20 partidos) y cuyo contrato hasta 2019 el Celta ya está negociando alargar. El de Guidetti llega hasta 2020. Todos volverán a juntarse con Maxi Gómez el próximo verano. El Celta exporta arietes, el bien más escaso y preciado de otros.