El puerto pesquero de O Grove quiere crecer

Apremian a Portos para reordenar O Corgo y asegurar el amarre de casi 200 embarcaciones

La cofradía mancomunada de San Martiño espera reunirse pronto con el conselleiro de Mar

Defienden la instalación de pantalanes para ganar en funcionalidad y seguridad

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Con alrededor de cuatrocientos socios de O Grove, Meaño, Sanxenxo y Cambados, la cofradía de pescadores mancomunada de San Martiño es una de las referencias productivas más importantes de Galicia.

Y con más de trescientos barcos auxiliares de acuicultura, de artes menores y de recreo censados, la localidad grovense también es una referencia en lo que a organización y tráfico portuario se refiere.

De ahí los problemas a los que alude la flota cuando explica la situación del afamado puerto pesquero de O Corgo, enclavado en pleno centro urbano de la localidad meca.

Carencias

“Presenta enormes carencias en materia de servicios, pero lo más importante es que carecemos de zonas de amarre y descarga suficientes, de ahí la necesidad de instalar pantalanes para que todos podamos trabajar con comodidad y seguridad”, argumentan armadores y tripulantes.

En la cofradía confirman la “difícil situación” y recuerdan que llevan años entablando conversaciones en esta dirección con Portos de Galicia, el ente público adscrito a la Consellería do Mar.

“Tratamos de conseguir una reordenación efectiva del puerto pesquero que permita dar refugio y servicio a alrededor de doscientos barcos”, esgrimen en el cabildo que dirige María Besada.

En su equipo se integra Antonio Otero, su predecesor en el cargo de patrón mayor y una de las personas que más pelean desde hace años por esa ansiada reordenación portuaria.

“En principio hay buena sintonía y Portos parece por la labor, pero tenemos que volver a reunirnos cuanto antes para encarrilar definitivamente esta mejora tan necesaria”, esgrime el vicepatrón y armador.

Se refiere a un encuentro que la cofradía espera mantener tanto con el presidente de Portos, José Antonio Álvarez Vidal, como con el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, puesto que el objetivo de esa reunión será tratar tanto la citada ordenación de O Corgo como la búsqueda de ayudas para los mariscadores socios de San Martiño afectados por la pérdida de productividad de la ría.

Abundando en lo primero, en el pósito esgrimen que “hay que instalar nuevos pantalanes para redistribuir y ordenar las plazas de amarre”, pues en O Corgo se agolpan actualmente tanto los grandes barcos de pasaje como otras embarcaciones de recreo, pequeñas naves tradicionales –como las dornas–, la centradas en la pesca de bajura y algunos de los buques grovenses empleados en acuicultura, tanto para el cultivo de mejillón en batea como para el de ostra y almeja.

“La última vez que se habló de estas y otras necesidades fue el pasado mes de diciembre, por lo que va siendo hora de retomar la negociación y lograr la definitiva reordenación portuaria”, sentencian en la cofradía mancomunada de San Martiño.

Descenso de productividad en la ría

La misma que cuando plantea la necesidad de reunirse con el conselleiro de Mar no solo lo hace con intención de conseguir esa reordenación de la zona portuaria de O Corgo.

Como se indicaba antes, también con el propósito de conseguir “algún tipo de ayuda o solución” para el colectivo de marisqueo afectado por la pérdida de productividad que padece la ría de Arousa.

Hay que tener en cuenta que, a diferencia de lo que han hecho en otras cofradías o agrupaciones de la ría, en la de San Martiño no se han acogido a ceses de actividad subvencionados.

Los mariscadores de este pósito, sobre todo el colectivo de las mariscadoras de a pie, “no cesaron la actividad porque tampoco podían acogerse a ayudas, ya que el año pasado la mortandad no fue tan elevada como en otras zonas, y aunque sí se produjo un descenso de productividad, la subida de precios compensó el trabajo diario”, esgrimen en la cofradía.

Lo que ocurre es que “ahora apenas estamos ganando 600 o 700 euros al mes, que se quedan en unos 400 después de pagar Seguridad Social y demás gastos”, lamentan en el sector.

Esto quiere decir que “ahora que la producción sigue cayendo estamos sacando producto sin ganar nada, pero como no tenemos opción de ayudas, tampoco podemos quedarnos en casa de brazos cruzados”, concluyen los mariscadores.

Razón por la cual desde la cofradía insisten en apelar a la Consellería do Mar “para buscar algún tipo de salida que ayude al sector del marisqueo a compensar la difícil situación que está atravesando”.

Suscríbete para seguir leyendo