Durán tratará con Costas crear una senda peatonal que rodee la ensenada de O Esteiro

Considera que se trata de una “deuda histórica” del ente con Vilanova desde que se completó la senda que une el Auditorio con los molinos de Currás

La senda de O Esteiro finaliza a la altura de los molinos de Currás.

La senda de O Esteiro finaliza a la altura de los molinos de Currás. / Iñaki Abella

R. A.

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, va a solicitar un encuentro con la Dirección General de Costas para impulsar un viejo anhelo que lleva años aguardando a ser una realidad. Se trata del proyecto para completar una senda peatonal que bordease toda la ensenada de O Esteiro, uno de los parajes naturales más importantes del municipio.

En estos momentos, la senda nace en las inmediaciones del actual Auditorio Valle-Inclán y se extiende por detrás de las fábricas conserveras de Roma y Dardo hasta alcanzar los antiguos molinos de Currás, que han sido rehabilitados recientemente. Se trata de apenas un kilómetro de longitud que se completaría con la continuidad de la senda hasta el entorno de O Terrón, donde ya confluyen varias de estas infraestructuras.

El regidor vilanovés calcula que “serán unos tres kilómetros de longitud que ayudarían a completar la red de sendas que queremos tener en Vilanova y que son claves para impulsar otro tipo de visitantes, aquellos que se acercan a los lugares buscando turismo de salud y disfrutar de la naturaleza y creemos que un lugar como O Esteiro ofrece eso y mucho más”.

Es más, insiste en que dar luz verde a esa obra significaría acabar con una de las deudas históricas que Costas mantiene con el municipio arousano, a las que se suman cuestiones como la senda por Rego de Alcalde o el puente peatonal en esa zona para impulsar la Ruta do Padre Sarmiento. Ese puente es necesario para vadear el riachuelo que desemboca en esa zona, que resulta complicado de pasar para los peregrinos, sobre todo, cuando hay marea alta.

El Conclelo de Vilanova lleva años trabajando en la consolidación de varias rutas peatonales por toda su fachada marítima con el objetivo de unir desde As Sinas hasta los límites con Cambados. También busca la posibilidad de acometer otras sendas por el interior. Precisamente de los molinos de Currás partiría otra que lleva varios años proyectada y que uniría ese entorno con Monte Lobeira. Transitaría bordeando el curso de las aguas del río Currás hasta la parroquia de András, donde iniciaría un rápido ascenso hasta la cruz que corona la atalaya vilanovesa. Esa ruta tendría también un componente más local que las otras, ya que además del turismo, facilitaría a muchos vecinos de Ousensa y otras zonas del interior, la posibilidad de acercarse al casco urbano a pie por un lugar más seguro que la EP-9701, vial muy sinuoso y sin aceras.

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