A Illa busca una solución para el paseo de madera de la playa de O Bao

La degradación que lleva años sufriendo la pasarela peatonal de la playa de O Bao, en A Illa, es algo que preocupa al alcalde del municipio, Luis Arosa, que está buscando fórmulas que puedan acabar con la imagen que ofrece y con el riesgo que supone para sus usuarios. Esas fórmulas, que podrían ir desde su retirada y sustitución por una senda en “xabre” hasta la remodelación integral con madera, deberán ser tratadas con Costas en el futuro, aunque esta administración ya dio el visto bueno a mejorarla en su día.

De hecho, el Concello de A Illa llegó a sacar a contratación la sustitución de toda la madera de la pasarela, un concurso al que se presentaron tres empresas. Sin embargo, la sorpresa sería mayúscula cuando la seleccionada decidió retirarse del concurso debido al incremento espectacular que sufrieron los materiales, que convertía en inviable la obra por el precio ofrecido. Las dos empresas restantes también decidieron renunciar dejando el paseo tal y como se encuentra en la actualidad, con tablones dañados o que se levantan de manera habitual al paso de las personas.

“Somos conscientes de que existe un problema con el paseo y son los propios operarios los que acuden a reparar aquellos tableros que se encuentran dañados, por eso estamos buscando una alternativa que sirva para solucionar esta situación”, explica Arosa. El paseo de O Bao es muy utilizado, especialmente durante el verano, ya que arranca en el estacionamiento de esa playa y conduce hasta la senda que lleva al parque de Carreirón. Sin embargo, la mayor parte de los viandantes optan por caminar por el carril bici y no por la pasarela de madera debido a su estado.

“Tenemos que darle una vuelta y estudia runa solución de forma minuciosa, incluso valora rla posibilidad de utilizar otros materiales que se degraden con menos facilidad que la madera”, señala Arosa.

En donde se retiró la pasarela de madera fue en la zona de O Naval, un entorno donde se está a la espera de firmar un convenio con la Diputación de Pontevedra para acometer la nueva senda peatonal, en la que se utilizarán otros materiales. No en vano, la antigua pasarela, en forma de voladizo sobre el mar, se degradó de forma muy rápida y tuvo que ser retirada antes de que acabase viniéndose abajo.

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