La recuperación del paso entre el Valdés Bermejo y el Castro Alobre cuesta 211.000 euros

El sendero quedó inhabilitado tras un episodio de fuertes lluvias de hace tres años y medio | También hay barandillas en mal estado

Sendero cortado tras los desprendimientos.

Sendero cortado tras los desprendimientos. / Noé Parga

Un episodio de lluvias torrenciales obligó en marzo de 2020 a cerrar uno de los accesos peatonales al yacimiento arqueológico del Castro Alobre desde el parque botánico Enrique Valdés Bermejo, en Vilagarcía. El exceso de agua provocó unos desprendimientos de tierra en la terraza que separa los dos niveles del parque, y el Concello cerró por precaución la zona.

Tres años y medio después, la administración local está en disposición de arreglar el paso. La actuación costará 210.800 euros, y saldrán del programa Vilagarcía Avanza, que se nutre de fondos europeos. El Ayuntamiento explicó en su momento que fue necesario esperar tanto tiempo a acometer la obra para que el terreno volviese a asentar. Antes de dar el paso también se hicieron una serie de catas para comprobar que, en efecto, ya se había producido la consolidación.

En marzo de este año, el Concello encargó la redacción del proyecto a FB2 Estudio de Ingeniería. El trabajo ha sido entregado al Ayuntamiento, y contempla un presupuesto de 210.746 euros para recuperar el antiguo paso peatonal que quedó inhabilitado tras el corrimiento de tierras. El proyecto ha sido aprobado en junta de gobierno, y puesto que ya hay financiación, en las próximas semanas saldrá a concurso la adjudicación de la obra. En su momento, se contrató también un estudio geotécnico, y la empresa Emmacosa sugirió construir un muro en escollera para contener los desprendimientos.

El parque Enrique Valdés Bermejo y la parte superior del monte, donde se encuentra el castro de Alobre es el mayor pulmón verde urbano de Vilagarcía. Pero son muchos los que consideran que se trata de un espacio desaprovechado para su potencial. La musealización de los restos arqueológicos ha sido muy cuestionada, y el mal estado de algunos senderos dificulta el disfrute pleno y seguro de los paseos.

En su momento, el municipio había solicitado al Gobierno central una subvención para renovar las barandillas del parque botánico, pero no la consiguió, por lo que algunas de estas estructuras de madera están ahora tan dañadas que ha sido necesario colocar en su lugar vallas metálicas protectoras.

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