Piden medidas para evitar los desprendimientos en la PO-530 en Vilanova

Los usuarios llevan años reclamando una actuación a Infraestruturas ante el riesgo de que las piedras provoquen un accidente

Uno de los desprendimientos registrados en la PO-530 en los últimos días.

Uno de los desprendimientos registrados en la PO-530 en los últimos días. / Iñaki Abella

A. G.

La PO-530 se trata de uno de los viales con más tráfico de Vilanova, ya que une la PO-549 con la VG 4.3 y presenta, desde hace años, un severo problema que, pese a las quejas, ninguna administración ha conseguido solucionar, desprendimientos constantes que ponen en riesgo la circulación. Las últimas lluvias registradas en agosto han provocado que se vuelvan a ver algunos desprendimientos en el trazado de la PO-530, lo que ha levantado una importante preocupación en los numerosos usuarios de ese vial.

Es por ello que reclaman a la Consellería de Infraestruturas que tome las medidas necesarias para acabar con ellos, ya que en más de una ocasión, las piedras de esos desprendimientos han llegado a la calzada con el riesgo que eso supone para los coches. Ese riesgo se multiplicaría en caso de que una motocicleta pudiese impactar contra alguna de ellas.

Los desprendimientos en la PO-530 son habituales en invierno debido a la mayor frecuencia de lluvias. Sin embargo, en los últimos días también se han registrado varios de carácter importante por lo que los usuarios instan a la administración competente a actuar antes de que pueda registrarse un accidente a causa d ela presencia de piedras en la carretera.

Aunque se han barajado varias iniciativas para acabar con los desprendimientos que sufre esta zona de la carretera, lo cierto es que ninguna de ellas se ha llevado a cabo todavía. Una de ellas es la de poner en marcha la construcción de una senda peatonal por el vial auxiliar de la carretera, una senda que permitiría unir la zona de San Miguel de Deiro con el interior de Vilanova de Arousa. La intención de acometerla llegó a presentarse en su día, pero todavía no se ha desarrollado el proyecto.

Sin embargo, lo más lógico sería asegurar la zona con una malla metálica, como se ha hecho en otras laderas y como se reclamó desde el Concello cuando se registraron desprendimientos en el vial que comunica Baión con el Hospital de O Salnés. La malla evitaría que los restos de tierra y piedras acabasen en la calzada.

La PO-530 es uno de los viales más utilizados de Vilanova ya que permite acceder desde la VG 4.3 a puntos como el polígono industrial de Tremoedo, por un lado, o a la rotonda de Cardalda, que canaliza el tráfico hacia Cambados, Vilanova y A Illa, por el otro.

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