La vendimia se adelanta para volver a hacer historia

La Denominación de Origen Rías Baixas se prepara para afrontar otra vendimia que se prevé histórica y que, muy probablemente, acabará marcando un nuevo récord de recolección, según coinciden en señalar los bodegueros y viticultores consultados.

Además, será una de las vendimias más madrugadoras desde que en 1988 entró en funcionamiento el Consello Regulador de esta marca de calidad y diferenciación, ya que está previsto que arranque a principios de septiembre. En algunas parcelas puede que incluso lo haga a finales de agosto.

Tratamientos fitosanitarios

Razón por la cual las bodegas han empezado a marcar el plazo de seguridad para la aplicación de los tratamientos fitopatológicos con los que blindar los ya crecidos racimos ante el mildiu y otras plagas o enfermedades como las que este año han vuelto a atacar a los viñedos, siendo nuevamente combatidas con éxito por el sector en la mayor parte de los viñedos, de ahí el aumento de producción experimentado.

Llegan los primeros y "benditos atascos" de la vendimia 2022

En algunos casos los enólogos y/o técnicos de campo ya han cursado las órdenes oportunas para que los últimos cuidados fitosanitarios se apliquen antes de que acabe el mes en curso o, como muy tarde, durante la primera quincena de agosto.

Tiempos de ajetreo

Todo esto quiere decir que se avecinan tiempos de máximo ajetreo en torno a la uva y el albariño en la comarca de O Salnés y demás subzonas vitivinícolas de Rías Baixas: O Rosal, Ribeira do Ulla, Condado do Tea y Soutomaior.

Al igual que sucederá en el conjunto de las plantaciones ajenas a esta Denominación de Origen y en las adheridas a la Indicación Xeográfica Viño da Terra de Barbanza e Iria, implantada en el Ullán y Arousa Norte, con una superficie en producción de 8,2 hectáreas, una docena de viticultores, cinco bodegas y una producción de 54.429 kilos de uva en 2022.

Lógicamente, la vendimia se vivirá con mayor intensidad en Rías Baixas, en este caso con 179 bodegas inscritas y algo más de 5.000 viticultores que explotan 4.321 hectáreas de superficie distribuidas en cerca de 23.000 parcelas.

Un 15% más

Las fuentes consultadas coinciden en señalar que “este año podrá registrarse un incremento de producción de entre el 15% y el 20% respecto a la vendimia anterior”, que se saldó en Rías Baixas con 41 millones de kilos.

Esto es tanto como decir que pueden rozarse, o incluso superarse, los casi 44 millones de kilos de que en 2021 marcaron la cosecha récord de la Denominación de Origen, a “años luz” de aquellos 4 o 5 millones de kilos de uva que se recolectaban a principios de los años noventa.

Isidoro Serantes

“No cabe duda de que será una gran vendimia”, acertaba a explicar ayer el empresario vitivinícola Isidoro Serantes, gerente de la bodega Bouza do Rei (Ribadumia) y presidente del Consello Regulador de Rías Baixas.

Estamos ante una vendimia madrugadora que puede resultar altamente positiva para nuestra Denominación de Origen

Isidoro Serantes

— Presidente del Consello Regulador de la DO Rías Baixas

“Sorprendido” por FARO DE VIGO cuando inspeccionaba sus viñedos, este conocido bodeguero contestaba confirmando sobre el terreno que “la uva tiene enorme calidad y es abundante”, por lo que también confía en que esta su primera vendimia como presidente va a resultar exitosa para el conjunto del sector.

“Estamos ante una vendimia madrugadora que puede resultar altamente positiva para nuestra Denominación de Origen”, sentenció un Isidoro Serantes sabedor del enorme esfuerzo realizado en los últimos meses por viticultores y bodegueros.

Estado fenológico

Un esfuerzo que ha permitido al sector llegar con la uva en óptimas condiciones a este momento crucial del ciclo de cultivo, cuando el estado fenológico de la viña oscila entre L (cerramiento del racimo) y M1 (inicio de pintado).

El primero conlleva el aumento de tamaño de los fruto hasta hacer que se cierre el racimo y se terminen de configurar todas sus partes, mientras que el estado fenológico M1, apreciable ya en multitud de viñedos, hace referencia al inicio del envero o pintado.

Es decir, que las plantas se sitúan en un momento de parada temporal del crecimiento, con pérdida progresiva de la clorofila, al tiempo que, de forma simultánea, van apareciendo los pigmentos responsables de la coloración característica de cada variedad.

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En la Estación Fitolopatológica de Areeiro (EFA), dependiente de la Diputación de Pontevedra, destacan que gracias a la elevada temperatura de los últimos días, los racimos han iniciado la fase de pintado.

De ahí que las uvas “empiecen a brillar” y se observe claramente un cambio de color en las variedades tintas.

Paralelamente, los técnicos hacen hincapié en que las condiciones meteorológicas han contribuido a garantizar las condiciones sanitarias de los granos, constatándose, igualmente, una contención e incluso remisión de la plaga del mildiu.

A excepción de los racimos de viñas y parras donde el gran desarrollo de la vegetación impidió la penetración de los tratamientos fitosanitarios aplicados, de ahí que en estos casos sí existan síntomas de la enfermedad.

Unos síntomas que, a buen seguro, irán a más si se registran las precipitaciones que se anuncian para este fin de semana, lo cual hace recomendable aplicar un tratamiento con fungicidas a base de cobre que, en buena parte de los viñedos, será el último que se realice esta temporada.

Un tratamiento, dicho sea de paso, que también tiene validez para combatir el oidio detectado en los últimos días.

Incluso puede complementar la lucha contra la botritis; patógeno que se ha visto reforzado en las cepas de las variedades más tempranas por el avance de la fenología y, en consecuencia, un mayor contenido de azúcar en la uva, según explican en la EFA.

Donde no se olvidan de que la botritis también se extiende debido a los daños que causan los pájaros y avispas, las rozas y otros factores.

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