Carreirón, el humedal donde se unen mar y bosque
El parque isleño tiene 550 hectáreas llenas de especies de alto valor ambiental
A. G.
Todavía no se había iniciado la construcción del puente de A Illa cuando los comuneros de ese municipio tomaron una decisión que, cuatro décadas después, ha resultado clave para la supervivencia del parque natural de Carreirón. Esa decisión era la de restringir el acceso de vehículos a motor al interior del parque, vallando la entrada y obligando a todo aquel que quiera visitarlo a caminar, perdiéndose entre pinos y dunas maravillado por la belleza que desprende el contraste entre el mar y el bosque.
Los comuneros fueron los primeros, pero después se sumarían el resto de administraciones. Así llegaron su inclusión en el Convenio Ramsar, en el Complexo Intermareal Umia-O Grove, en la Rede Natura 2000 y su conversión en Zona de Especial Conservación (ZEC) y en Zona de Especial Protección para as Aves (Zepa). El Concello de A Illa es consciente de la importancia de este espacio, pero también de la necesidad de ser didácticos con las personas que lo visitan para que pueda ser protegido. La institución ha creado una web (www.carreiron.com) en la que explica de forma pormenorizada toda la riqueza que se esconde entre las 550 hectáreas de superficie, desde las pequeñas calas solitarias a las diferentes especies que convierten en prácticamente único este entorno. En el interior del parque estarían representados hasta 27 tipos de hábitats de interés comunitario, cinco de ellos prioritarios.
Uno de estos hábitats es el de las dunas, entorno que ha sufrido mucho a causa de la presión turística y que se ha ido recuperando gracias a la instalación de vallados. Un ejemplo son las dunas móviles con Ammophila arenaria, más conocidas como dunas blancas, seriamente dañadas por el trazado del camino perimetral y el intenso pisoteo humano. En ellas se pueden encontrar esta especie de gramínea, pero también la leiterana, la “carrasca de San Xoán”, la “cebola das gaivotas” o la “Correola de praia”.
El tipo más dominante es el de las dunas grises, es decir, con vegetación herbácea. Este es el hábitat más dominante, considerado de interés prioritario por la Unión Europea. En estas zonas, el movimiento de la arena es muy leve o nulo, y la cobertura vegetal es casi total, alternando tapices de líquenes con plantas y flores, tanto herbáceas como leñosas. Al igual que las anteriores, se recupera gracias al cambio de trazado del camino perimetral.
Otra de las características especiales de Carreirón son los bosques aluviales, un hábitat que engloba los bosques de ribera y pantanosos atlánticos, sobre suelos permanentemente húmedos y ricos en materia orgánica. En Carreirón aparecen bosques pantanosos en las riberas de las principales lagunas, con cobertura arbórea, en su mayor parte de sauces, incluido algún ejemplar de grandes dimensiones. Son numerosas las especies típicas del hábitat, mayoritariamente herbáceas, pero también lianas como la hiedra del Atlántico.
El brezo y los matorrales también se encuentran entre las riquezas de este espacio natural. Los húmedos cuentan con una pequeña representación con especies como la carroncha, el “toxo” macho o la genista. En lo que respecta a los brezos secos, estos son matorrales en regresión en Carreirón por el avance de la población de pinos. De estos matorrales dependen varias especies de reptiles y aves amenazadas como la curruca rabilarga.
En Carreirón también se pueden encontrar formaciones herbosas como los prados con molinias, que se hayan en superficies próximas a la laguna de Lameira, con presencia de otras plantas como el narciso. Los prados húmedos mediterráneos también se encuentran en las zonas húmedas de la parte posterior de los sistemas dunares, donde se crean encharcamientos temporales muy frecuentes en épocas de intensa lluvia y que están integrados por juncos de churrero y almorchines. Las pseudoestepas estan dominadas por las gramíneas en Carreirón y se puede encontrar algún ejemplar de Chaetopogon fasciculatus subsp. prostratus una especie de la que tan solo quedan cuatro poblaciones en toda Galicia, entre ellas, la de A Illa.
Los encharcamientos de aguas son muy habituales en Carreirón durante el invierno, lo que ayuda a su condición de humedal atractivo para las aves por todo el alimento que generan. Suelen ser encharcamientos de aguas poco profundas, que acostumbran a secarse en verano y que se sitúan en zonas llanas y con escasos nutrientes. La vegetación dominante suele ser de carácter anfibio y está compuesta por pequeñas hierbas que florecen a principios de verano. Las especies más típicas de estas aguas estancadas son la hierba de San Juan, la espiga de agua o el plátano de agua, tres tipos de plantas que ofrecen un espectacular colorido cada primavera en el parque.
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