El colegio de las monjas se convierte en el ansiado centro de día para personas mayores

El gobierno socialista de O Grove acaba de desmenuzar su proyecto para el antiguo colegio de las monjas. Como se esperaba, el que fue centro educativo para varias generaciones de mecos, va a convertirse en una gran sede de los servicios sociales, prestando atención a los niños de menos de 3 años que se quedaron sin plaza en la guardería de la Xunta –aunque esta sea una acción puntual– y a los ciudadanos de edad avanzada.

Abundando en lo que había avanzado en este sentido el alcalde, José Cacabelos Rico, ayer fue su concejal de Asuntos Sociales e Igualdad, Quito Parada, quien desveló las características del proyecto, dejando claro que O Grove “está a punto de inaugurar nuevas instalaciones y servicios, ofertando así una amplia cobertura a las necesidades de nuestros mayores”.

¿Será el colegio de las monjas un gran centro social?

Y tanto si se trata de personas sin dependencia como si la tienen, ya que unos y otros podrán participar en el programa de Vellos Tempos o bien, si la dependencia es más acentuada (grado II o III), en el servicio que oferta al Concello la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afasal).

Explica Quito Parada que “ambas actividades compartirán instalaciones y horarios”, dotando al colegio de las monjas de una oferta más amplia y ambiciosa que el servicio de ludoteca ofertado hasta ahora.

Desde mayo

Será a partir de mayo cuando empiecen a prestarse los nuevos servicios de atención a los vecinos, “ampliando y mejorando las actividades que se prestaban ya, pues gracias a Afasal tendremos un trato individualizado y más ajustado al grado de dependencia de cada persona”, reflexiona el concejal.

El mismo que insisten en que su objetivo es “que todos los usuarios disfruten de actividades de acuerdo as sus capacidades e intereses, pudiendo diversificarlos con ayuda de unas buenas instalaciones y un equipo de profesionales de garantía”.

El Concello acondiciona el huerto del colegio de las monjas

Dicho de otro modo, que “las familias que se preocupaban pensando qué pasaría cuando los usuarios dejaran de estar en condiciones de participar activamente del programa Vellos Tempos, ahora pueden estar tranquilos, ya que al incorporar a una asociación especializada en la prevención de enfermedades degenerativas y atención a personas dependientes, como es Afasal, los usuarios no tendrán que cambiar de instalación, el precio, ni el horario, sino que solo van a tener que cambiar de aula”.

Ilusionados

Es por todo ello que en el gobierno meco dicen estar “muy ilusionados” con el inminente estreno de las nuevas instalaciones, “ya que si bien es cierto que los usuarios están muy contentas en la antigua unitaria de Monte da Vila”, reformada en su momento para dispone de unas aulas “completamente adaptadas, con mucha luz y una zona de jardín muy amplia”, también es verdad que “el cambio al colegio de las monjas va a ser para mejor”.

¿A que se va a destinar el “colegio de las monjas”?

Sobre todo, insisten en Asuntos Sociales, “porque vamos a poder aunar diversos servicios, como el Vellos Tempos, el de Afasal y el taller de memoria”.

Sin perder de vista que, a diferencia de lo que sucede con las de Monte da Vila, las instalaciones del colegio de las monjas, en la calle Luis A. Mestre, “permiten que muchos de los usuarios puedan acercarse caminando sin problemas”.

Enriquecedoras experiencias con los niños

Asimismo, al trasladarse al colegio de las monjas, los usuarios del Vellos Tempos “podrán vivir enriquecedoras experiencias al compartir actividades con los niños del Punto de Atención a la Infancia (PAI)”.

Esto propiciará actividades intergeneracionales “que supondrán beneficios para las dos etapas de la vida”, apostilla Parada cuando dice que “está demostrado que las personas mayores implicadas en este tipo de actividades se sienten más felices que otros de la misma edad”.

Esto se debe a que “el compartir experiencias con los niños incrementa la actividad física, cognitiva y social de los mayores, que de este modo se sienten más útiles”.

De ahí que vayan a desplegarse “actividades con las que interactuar, tales como el cuidado de la huerta del colegio, actuaciones musicales, cuentacuentos y gimnasia”.

Cocina, amplio patio interior y huerto

La nueva sede de los Asuntos Sociales de O Grove, el conocido como colegio de las monjas, va a disponer de cocina y aseos adaptados, para que las personas mayores del programa Vellos Tempos tengan máximas comodidades.

El “colegio de las monjas” es la tabla de salvación

Al igual que se sacará partido a tres aulas “muy amplias” en las que llevar a cabo los talleres que realizan habitualmente los mecos de más edad.

Pero eso no es todo, pues como indica el edil Quito Parada, el colegio de las monjas dispone de “un gran patio interior que podremos emplear para caminar cuando llueva, para hacer gimnasia o proyectar películas”.

El pato exterior

Visiblemente ilusionado, el concejal socialista también hace hincapié en la existencia de un patio exterior “en el que podremos pasear, descansar, tomar el sol y hacer talleres al aire libre”.

Al referirse a esta zona, no duda en señalarla como el “espacio estrella”, ya que se trata de “un gran jardín perfectamente adaptado para las personas con movilidad reducida que cuenta con una huerta en la que cultivar todo tipo de plantas”.

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