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La guardería de Rons vuelve a necesitar ayuda

El gobierno de O Grove recuerda que es competencia de la Xunta

El alcalde y la concejala de Educación, Pilar Galiñanes. FdV

El alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos Rico, resalta el “fuerte esfuerzo inversor” que realiza su gobierno el ámbito educativo, haciendo especial hincapié en el desembolso efectuado para escolarizar en las mejores condiciones a los niños de menos de tres años.

Cita como ejemplo la inversión efectuada en el antiguo colegio de las monjas para adaptarlo como Punto de Atención a la Infancia (PAI). Pero también las labores de mantenimiento e inversiones de todo tipo en la guardería de Rons, “a pesar de ser de la Xunta”.

Canon de 650.000 euros

Recuerda el regidor que “el Concello ya paga 65.000 euros en concepto de cuota a la Xunta por esta escuela infantil, pero es que, además, asumimos los gastos de mantenimiento, calefacción y energía”.

La escuela infantil de Rons. FDV

De ahí que pida a la Xunta que se replantee la situación y compense el desembolso municipal, sobre todo teniendo en cuenta que ahora habrá que destinar 4.900 euros a comprar una caldera para esta escuela de la red Galiña Azul.

La caldera ha dicho basta

Lo que quiere decir es que el gasto anual se eleva hasta una media de 75.000 euros, y puede dispararse ahora que la caldera aludida, que “llevaba tiempo dando fallos, a pesar de las revisiones y reparaciones periódicas del Concello, ha dejado de funcionar, siendo necesaria su reposición”, aclara la concejala Pilar Galiñanes.

Una protesta para reclamar más plazas en Rons.

Una protesta para reclamar más plazas en Rons. FDV

Añade que “se aprovechará para mejorar la conexión con los termostatos, que no funcionaban correctamente, provocando que en unos espacios hiciera más temperatura de lo deseado, mientras que en otros hacía frío”. 

Modificación de canalones

Del mismo modo, “el Concello asumirá la modificación de los canalones, ya que los existentes no tienen capacidad suficiente y cuando desbordan entra agua en el interior del edificio, provocando daños en paredes, el suelo y el mobiliario”.

Además de “causar molestias e incomodidades a alumnos y profesores”, lamentan en el ejecutivo meco.

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