Los vilagarcianos disfrutarán de la nueva Arzobispo Lago dentro de dos semanas

Es uno de los proyectos estrella del mandato | Quedan por realizar los cortes en el pavimento, terminar la instalación eléctrica, la jardinería y poner a funcionar las fuentes

Las fuentes han sido los elementos más controvertidos de la nueva imagen de la calle.

Las fuentes han sido los elementos más controvertidos de la nueva imagen de la calle. / Iñaki Abella

María López

María López

Una de las obras estrella del actual mandato de Alberto Varela, la humanización de Arzobispo Lago, está en su recta final. La adjudicataria de los trabajos, Prace Servicios y Obras S.A., dispone de plazo hasta el 28 de enero para terminar la actuación. Desde el Concello consideran que, siempre que no surja ningún imprevisto, hay tiempo suficiente para llevar a cabo los últimos flecos hasta que expire el nuevo plazo de ejecución (inicialmente estaba previsto para diciembre).

La calle se ha peatonalizado, cuadruplicando la superficie destinada a las personas (de 600 a 2.400 metros) y está totalmente pavimentada con hormigón. Sus elementos más llamativos son la sucesión de fuentes, que se sitúan a lo largo de casi todo el vial, desde la parte más próxima a la plaza de Galicia, donde entra en armonía con su estética, hasta la zona más cercana a Alexandre Bóveda.

Las fuentes han sido los elementos más controvertidos de la nueva imagen de la calle. |   // IÑAKI ABELLA

El mobiliario ya ha sufrido el primer acto vandálico. / Iñaki Abella

En cuanto a las zonas de descanso, no existen bancos como tal, si bien los viandantes pueden sentarse en las plataformas de hormigón. Una de ellas ya ha sufrido una pintada antes de que concluya la obra.

Los flecos

Fuentes municipales precisan que en estos momentos están pendientes los cortes a realizar en el pavimento, terminar la instalación eléctrica y los sistemas de funcionamiento de las fuentes, así como la parte de la jardinería.

La oposición ha criticado esta obra en numerosas ocasiones. El PP solicitó la comparecencia en pleno de la concejala de Urbanismo e Mobilidade, la cual se produjo a principios de diciembre. Paola María espetó: “Cuando reformamos la plaza de Galicia los apocalípticos anunciaron que poco menos que podría morir gente; cuando convertimos una plaza-rotonda como era la de la Independencia en una plaza-lugar de estancia, los mismos agoreros pusieron el grito en el cielo porque el comercio iba a morir y no se sabe cuántas desgracias más. Frente a eso, una inmensa mayoría social aplaude esas medidas de humanización, organizaciones de prestigio reconocen el esfuerzo de Vilagarcía y los vilagarcianos por adaptarse a los nuevos tiempos y hasta el Concello recibe algún que otro premio”.

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