El bombeo de Cabanelas provoca otro vertido al Umia

Está pendiente la ejecución de una obra acabe con los constantes problemas que genera

Imagen del vertido de Cabanelas registrado esta misma semana.

Imagen del vertido de Cabanelas registrado esta misma semana. / Noé Parga

A. G.

Cada vez que se registran intensas lluvias, el colector y los bombeos de Cabanelas, situados a caballo entre Ribadumia, Vilanova y Cambados, acaban provocando un importante vertido al río Umia. La situación ha vuelto a repetirse esta semana, en la que el aliviadero de la red de alcantarillado mancomunada ha arrojado a un pequeño riachuelo, afluente del Umia, un líquido espeso, aceitoso y denso en el que primaban los colores blanco y parduzco. La escena vuelve a repetirse y el principal perjudicado vuelve a ser un río que atraviesa la comarca de O Salnés y desemboca en uno de los bancos marisqueros más importantes de la zona. Además, a escasos metros de donde se registra el vertido, se encuentra la captación de agua para la isla de A Toxa.

Samuel Lago, alcalde de Cambados, reconocía ayer que “nos alertó el 112 de lo que estaba ocurriendo, pero no sabemos si el vertido es procedente del polígono industrial de Cambados o de los de Ribadumia, Tremoedo y Baión, que también pasan por ese bombeo”.

El problema del bombeo es que “falta capacidad para asumir todo el agua que llega hasta el en época de lluvia, y eso provoca que acabe arrojando todo por el aliviadero, causando un importante problema”.

El regidor recuerda que este problema viene siendo denunciado desde hace años y que se está a la espera de que “se solvente pronto, ya que la Xunta ya ha habilitado financiación y ha redactado un proyecto” que está pendiente de licitarse.

Ese proyecto contempla la ampliación del bombeo, la construcción de un tanque de tormentas y la construcción de una tubería que lo conecte directamente con la EDAR, actuaciones que evitarían los constantes problemas que genera.

Una de las cuestiones que más preocupa a Lago es que, pese a los esfuerzos realizados por la Mancomunidade, “hay alguna industria que no toma las medidas de control necesarias y no tiene las instalaciones adecuadas para evitar este tipo de vertidos.

Es cierto que son vertidos puntuales, pero hay que apelar a la responsabilidad de todo el mundo para que no vuelvan a producirse, ya que se está poniendo en riesgo la actividad económica de muchas personas, que viven del marisqueo en la ría de Arousa.

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