A José Cacabelos, acostumbrado a lidiar en este tipo de reuniones vecinales, que él mismo convoca cada cierto tiempo para explicar todo tipo de proyectos, no le tembló el pulso para citar ayer a los vecinos que, una semana antes, se habían concentrado en Terra de Porto para rechazar la obra de peatonalización de la calle Alexandre Bóveda.
A escasos metros, en la sede del club de remo Mecos, el alcalde de O Grove reunió a unos doscientos mecos que querían escuchar de su boca las explicaciones que se había comprometido a ofrecer. Y eso no significa que los doscientos estuvieran en contra del proyecto, ni mucho menos.
Fue así como, entre gritos y alguna que otra amenaza, proferidos por la facción más radical de entre cuantos rechazan la obra, el regidor superó casi dos horas de tensión en las que dejó claro que toda la polémica generada se sustenta en “falsedades” y “manipulaciones”.
Las mismas de las que responsabiliza, sin citarlos, a algún partido político “que maniobra por detrás” y a quien en las últimas semanas se erigió como abanderado de los críticos, David Filgueira, ayer especialmente incisivo.
Al dar a la gente información clara, justificada y bien documentada, como se hizo en esta asamblea, se ve claramente que la práctica totalidad de los vecinos aceptan la obra y los cambios que proponemos
Críticos a los que el alcalde se dirige diciendo que, a pesar de la tensión, “fue posible explicar las cosas y frenar esa contaminación informativa que tanto daño estaba haciendo en el vecindario, por lo que ahora solo queda seguir trabajando para seguir mejorando el pueblo, siempre pensando en las personas”.
En cierto modo, lo que pretende es pasar página, convencido de que “al dar a la gente información clara, justificada y bien documentada, como se hizo en esta asamblea, se ve claramente que la práctica totalidad de los vecinos aceptan la obra y los cambios que proponemos”.
Dicho de otro modo, que “la mayoría ven esta obra con buenos ojos y apoyan lo que hacemos, porque saben que es un proyecto muy positivo para toda esa zona”.
Así pues, además de recordar que ya hace años que se sabe de las características de esta obra, que ya la dio a conocer en su momento al vecindario y que ya aclaró en otras ocasiones que se daría sentido único de circulación a la calle, Cacabelos se aferró a que son muchos los que están de acuerdo con esta mejora ya en marcha.
Lo cual lo llevó a incidir en que este tipo de protestas ya se escucharon antes en otros lugares del pueblo y, finalmente, los detractores de proyectos así acabaron convencidos de su idoneidad y agradecidos por la mejora.
Las críticas y un referéndum
“¿A quién beneficia la dirección única?”, insistían algunos presentes a voz en grito cuando Cacabelos trataba de explicarles que, de este modo, se gana en accesibilidad y se da preferencia los peatones y a quienes tienen que usar sillas de ruedas pero ahora no tienen por dónde pasar.
“Si estamos en democracia, que se haga una votación entre los que estamos aquí para saber qué quiere la mayoría y si se hace esta obra o no”, insistían algunos en relación con esos trabajos ya en marcha.
“Si esto es una democracia también habrá que respetar que el gobierno local quiera hacer esta obra, ya que fue democráticamente elegido con mayoría absoluta en las pasadas elecciones y representa a la mayoría del pueblo”, replicaban otros ciudadanos, lógicamente afines a la postura del ejecutivo.
Numerosos ediles
Un gobierno, dicho sea de paso, que ayer reunió en la misma sala del club de remo Mecos a su plana mayor, con concejales como Pilar Galiñanes, María López, Juan Otero, Juan Ramón Outeda, Santiago Meis y Ángeles Domínguez.
Equipo, dicho sea de paso, que como el propio José Cacabelos tuvo que aguantar momentos de verdadera tensión, destacando “la valentía y transparencia del alcalde, ya que cualquier otro en su lugar no se habría prestado a comparecer delante de los vecinos, y menos a sabiendas de que algunos iban a querer aprovechar el encuentro para tratar de desacreditarlo”.
Quizás en las filas socialistas se referían al propio David Filgueira, que no es la primera vez que se enfrenta al regidor públicamente y que ayer volvió a llevar la voz cantante de los detractores.
Hortos
Los mismos que insisten en decir que con el polémico proyecto se desviará todo el tráfico por callejones que no están preparados para ello, que se eliminarán una barbaridad de plazas de estacionamiento o que tendrán que dar mucha vuelta con sus coches si se implanta la dirección única.
Todo ello, argumentos que quiso desmontar Cacabelos al abundar en lo que ya había explicado hace días.
Y, sobre todo, al asegurar que, “después de todo, el proyecto que ejecutamos en Alexandre Bóveda, incluida la implantación del sentido único de circulación, tiene buena aceptación, ya que los vecinos saben que esta avenida se convertirá en una de las principales referencias de O Grove.
Quizás por eso, el alcalde repite una y otra vez que “lo único que se hizo hasta ahora fue contaminar toda la información sobre este proyecto; y se hizo sin ninguna base y con mentiras permanentes”, sobre todo, espeta, “alguien que en los últimos días quiso ejercer como portavoz de los vecinos de Hortos”.
"Solo se pierden 7 aparcamientos"
Eso “es lo triste de todo esto”, remarca el propio alcalde, convencido de que “una vez explicada la obra y aclarado cómo va a quedar la calle y la cantidad real de aparcamientos que se van a perder, que son solo 7, todos los vecinos quedaron absolutamente convencidos, aún siendo cierto que vamos a tener un problema de tráfico que, por otra parte, resulta gestionable”.
Se refiere a que “es cierto que Hortos es una calle muy antigua donde existe un problema con el estrechamiento de la vía y la carencia de aceras, por lo que necesita cuanto antes una transformación”.
Eso es “lo que ya dijimos el año pasado que haremos, de ahí que estemos trabajando en ello; pero mientras tanto, el cambio en Alexandre Bóveda no va a provocar atascos o aglomeraciones en Hortos, ya que la mayor parte del tráfico avanzará por la carretera del paseo hacia Lordelo”, concluye.
