Los vecinos de O Grove han dado un puñetazo en la mesa por los trastornos que la ejecución simultánea de las obras en Lordelo y Alexandre Bóveda causan al tráfico rodado, con importantes embotellamientos en horas punta y dificultades para la ruta en autobús escolar.
La protesta que se llevó a cabo en la zona recreativa de Terra de Porto contó con unos 300 vecinos, respaldados por los principales representantes de los grupos de la oposición municipal, desde el PP a Esquerda Unida y el Partido Galeguista.
En un escrito presentado por Registro y que es la base del manifiesto leído ayer en la concentración se califica de “desfeita” la situación en la que quedará Alexandre Bóveda pues una vez que concluyan las obras “se elimina definitivamente un carril de circulación”, lo que a juicio de los manifestantes obligará a redireccionar el tráfico por callejones alternativos.
Los grupos de la oposición han decidido sumarse a la iniciativa vecinal como explicó Beatriz Castro, del PP, quien sostiene que el Gobierno debería escuchar a los afectados directamente “porque para salir ahora de O Grove hay que llegar hasta Terra de Porto”.
Esquerda Unida, por su parte, entiende que el proyecto es “un grave error porque obliga a cerrar arterias con una importante circulación de tráfico, además de afectar a numerosos vecinos que residen en este entorno”.
También se quejan de los inconvenientes que provoca a vecinos y visitantes unos cambios del sentido de circulación como consecuencia de las dos obras”, a la vez que reclaman que se instalen paneles que expliquen los cambios de tráfico aplicados.
Esquerda Unida exige al alcalde que adopte medidas para minimizar la situación, a la vez que también reclama información acerca de los badenes y los carriles-bici existentes.
Durante la concentración, los vecinos establecieron un debate sobre posibles soluciones exprés.