Tras colgar el cartel de “completo” en muchos momentos del verano que ya agoniza, O Salnés y Ullán cuelgan ahora el de “obras”.
Superada la época de masificación y atascos se ponen en marcha todo tipo de proyectos que, evidentemente, van a desplegarse con la mirada puesta en las elecciones municipales a celebrar en menos de diez meses.
Los hay que pueden tildarse de “obras estrella” y ya están finiquitados, mientras que otros se encuentran en fase de ejecución desde hace semanas o a punto de estarlo.
De los que se llevan a cabo pueden citarse la mejora de la seguridad vial y la accesibilidad en Cordeiro (Valga), las aceras de Vilanova o la transformación de la calle Arzobispo Lago, que supondrá la definitiva transformación y modernización del centro urbano de Vilagarcía.
Y hay otras que arrancan ahora, como la fase definitiva de humanización de Alexandre Bóveda y la reforma de la carretera de Terra de Porto a Lordelo, en O Grove, donde ayer los técnicos y representantes de la empresa adjudicataria se hacían acompañar de la edil Ángeles Domínguez Fernández para dar el pistoletazo de salida a estas esperadas actuaciones.
Precisamente O Grove y Vilagarcía son dos de las localidades que más fuerte apuestan por la transformación viaria, la humanización de calles y, en definitiva, la adopción de acciones con las que dar prioridad a los peatones frente a los vehículos.
En ambos casos con gobiernos socialistas, con mayoría absoluta y de la mano de la Diputación, ponen sobre la mesa las cartas con las que van a jugar la partida de los comicios y dejan claro que su jugada se basa en acudir a las urnas con un nuevo modelo de ciudad bajo el brazo.
Y, curiosamente, en los dos casos van a hacerlo sin saber aún a quién enfrentarse, ya que los candidatos de su principal rival, el PP, siguen en el aire.
De la capital de comarca puede decirse que, entre otras obras en marcha y algunas que arrancan de inmediato –hoy mismo lo hace la de Doctor Tourón referida al tramo próximo a la iglesia–, destacan los ambiciosos trabajos que se llevan a cabo en Arzobispo Lago, los cuales no dejan indiferente a nadie y avanzan a muy buen ritmo.
Se inaugurará la remozada calle, dando continuidad a la solución aplicada en la plaza de Galicia, a principios del año que viene.
Al igual que sucederá con la fase definitiva de humanización de la grovense avenida de Alexandre Bóveda, que se pone hoy mismo en marcha y da continuidad a una fase ya ejecutada.
Coincide en el tiempo con otra obra de menos calado, que estará finiquitada el mes que viene, pero también muy necesaria y muy demandada desde hace tiempo por los vecinos en la localidad meca, como es el asfaltado de la carretera entre Terra de Porto y Lordelo, cuya capa de rodadura se encuentra en pésimas condiciones.
La Castelao
En este municipio todas las miradas se centran en la transformación definitiva de la avenida Alexandre Bóveda, pues cuando esté finalizada será, junto al Auditorio Municipal, el desdoblamiento de Beiramar y la compra del “colegio de las monjas”, una de las grandes bazas electorales que jugará el PSOE que dirige José Cacabelos.
El alcalde lo sabe y es consciente de la trascendencia de esta actuación, de ahí que se refiera a la misma como “una de las más importantes de este mandato, a la altura de proyectos como el de peatonalización de la calle Castelao”.
La solución planteada para este último tramo de Alexandre Bóveda es la misma que se aplicó en el inicial, manteniendo las plazas de estacionamiento y dotando a la avenida de aceras de 2,5 metros de ancho en cada margen, haciendo que pase a ser de sentido único de circulación.
Comodidad y seguridad
Será, según sus propias palabras, “una de las zonas más modernas, accesibles y atractivas del casco urbano, mejorando por completo la movilidad y permitiendo que vecinos y turistas puedan recorrerla con comodidad y seguridad, ya sea para disfrutar de los paseos por nuestra villa, para dirigirse al colegio Rosalía de Castro o bien para realizar sus compras en las tiendas de la zona”.
La obra, como se explicó en varias ocasiones, lleva pareja “la reposición de servicios de abastecimiento y saneamiento y de recogida de pluviales”, que es lo que se hace en Vilagarcía con la de Arzobispo Lago.
Al igual que comporta “una mejora sustancial de la iluminación” y, en síntesis, un embellecimiento de la zona que obedece a la apuesta por un “nuevo modelo de ciudad” realizada por Cacabelos y su equipo, a imagen y semejanza de lo que defiende en Vilagarcía el alcalde, también socialista, Alberto Varela.
“Alexandre Bóveda va a ser una de las calles estructurantes de nuestra villa, dando prioridad a los peatones respecto a los vehículos”, insiste Cacabelos cuando destaca la importancia de la obra y apela a la comprensión y paciencia de los vecinos, ya que los trabajos van a generar, como suele suceder en estos casos, importantes “daños colaterales”.
Cambio de direcciones
Entre ellos –y de nuevo es algo semejante a lo que sucede en Vilagarcía– los derivados de los cambios provisionales introducidos en los sentidos de circulación de diferentes calles próximas, de los que también dio cuenta hace días el propio Cacabelos, cuando anunciaba que esta semana comenzarían los trabajos.
En relación con esas modificaciones de la circulación rodada, de las que va a informar la Policía Local sobre el terreno, hay que tener en cuenta que también comienzan las obras de asfaltado en la carretera paralela al paseo marítimo que avanza desde Terra de Porto hacia Lordelo, éstas con un plazo de ejecución de dos semanas.
Esta circunstancia complica todavía más la reordenación del tráfico, de ahí la necesidad de circular con precaución y atender a las señales instaladas y a las indicaciones de los agentes.
Asfaltado
Es importante saber, por ejemplo, que el asfaltado obliga a cerrar en primera instancia la carretera desde Terra de Porto hasta Matadero, y que después se hará desde Matadero hasta la confluencia con la avenida de los Hermanos Otero Goday.
Abundando en ello, el primer edil explicaba hace días que “la calle Hortos será de único sentido entre Terra de Porto y avenida de Portugal” y que la travesía de Terra de Porto cambia de sentido para permitir avanzar hacia Alexandre Bóveda.
Asimismo, “la calle Sol mantiene el suyo y se invierte el de Raposeira durante el asfaltado de Lordelo, para que los ciudadanos puedan desplazarse hacia el centro y usarla como actualmente se usa la carretera del paseo de Lordelo”, detallaba el regidor.
Mientras se actúa en el primer tramo de esta definitiva fase de humanización de Alexandre Bóveda, desde Terra de Porto hasta la confluencia con calle Sol, se deja un solo carril en sentido Terra de Porto-Cruce do Guardia.
A partir de noviembre, previsiblemente, se afrontará la mejora del tramo que va desde Sol hasta Carballeira y del de Carballeira a Conchases.
Este tipo de “daños colaterales” también se dan en Vilagarcía, pues con la calle Arzobispo Lago en obras ha sido necesario, por ejemplo, permitir circular en un carril de Alexandre Bóveda incluso en días de mercadillo ambulante como hoy.
El plan de accesibilidad vilagarciano alcanza ahora Doctor Tourón, Marxión y Piñeiriño
Cuando en Vilagarccía y O Grove se afrontan estas significativas mejoras en cuanto a infraestructuras viarias, en las que se invierten alrededor de un millón de euros –en cada caso–, desde el primero de los gobiernos anuncian la puesta en marcha, hoy mismo, de una nueva fase del plan de accesibilidad en el que se integra la transformación de Arzobispo Lago.
Más concretamente, el gobierno de socialista Alberto Varela da cuenta del inicio de trabajos en el tramo de la avenida Doctor Tourón que desemboca en la plaza de España, en la calle Marxión y en el acceso al barrio de O Piñeiriño desde la avenida de Cambados.
Con un desembolso de 141.000 euros, financiación de la Diputación y un plazo de ejecución de dos meses, está previsto ensanchar las aceras desde el puente sobre el río Con hasta el cruce con las calles Fariña Ferreño y Alejandro Cerecedo, mientras que desde los semáforos a la plaza de España también se mejorarán las aceras, pero sin eliminar estacionamientos.
De forma complementaria “se revisará la red de saneamiento, se adaptará la de recogida de pluviales y se pintará una nueva señalización horizontal”.
Asimismo, se renovarán la acera y el firme de acceso a la calle Camilo José Cela (O Piñeiriño) desde la avenida de Cambados.
Ya en la calle Marxión, Ravella anuncia que se mejorará la seguridad viaria de la zona escolar, con actuaciones como el ensanche de aceras y la formación de corredores seguros para el tránsito dos peatones.
Sobre todo pensando en los estudiantes y la proximidad del IES Castro Alobre, de ahí que en la confluencia de la calle Marxión con la de San Roque vayan a adoptarse “medidas de seguridad viaria y calmado del tráfico”, tales como la elevación de pasos de peatones.
