Los alumnos del Instituto Monte da Vila han contribuido a embellecer O Grove. Prueba de ello son los bancos que ellos mismos decoraron y fueron colocados por el Concello a lo largo del paseo y la avenida de Beiramar.
Explican en la concejalía de Juventud, dirigida por la socialista María López, que durante el curso pasado el Concello cedió al IES Monte da Vila cuatro bancos de madera de propiedad municipal para que los estudiantes pudieran trabajar en su acondicionamiento, a modo de tarea educativa.
Lo hicieron al abrigo del proyecto formativo en la asignatura de Dibujo; la misma que inspira el encuentro anual de estudiantes gallegos para levantar esculturas de arena en A Lanzada.
Josebe Arriaga y Clara Vindel
Así las cosas, bajo la supervisión de las profesoras Josebe Arriaga y Clara Vindel, lo que hicieron los jóvenes participantes fue acondicionar y decorar los bancos “de manera artística”, según indican en el gobierno de José Cacabelos.
A lo que añaden que “la iniciativa tuvo muy buena acogida entre el alumnado, que demostró destreza y buen criterio a la hora de llevar a cabo esta tarea”, por lo que en el Concello consideran posible repetir esta experiencia y esta misma línea de colaboración en el futuro.
Como también destacan desde el ejecutivo meco la implicación del profesorado, “que mostró su agradecimiento por la colaboración del Concello para poder desarrollar este tipo de iniciativas que involucran a nuestros jóvenes y les dan la oportunidad de formarse y mostrar a la sociedad sus capacidades artísticas”.
Esa destacada labor de profesoras como Josebe Arriaga y Clara Vindel es la misma que sale a relucir cada año, como se decía anteriormente, con motivo de la fiesta de las esculturas de arena que organizan en A Lanzada, con participación de cientos de estudiantes llegados desde diferentes centros educativos de toda Galicia.
El pasado mes de mayo, por ejemplo, el IES Monte da Vila reunió en la emblemática playa a 530 adolescentes pertenecientes a ocho centros educativos.
A instancias del departamento de Dibujo, el centro educativo meco volvía a demostrar que se puede educar en valores de forma amena y sacando el máximo partido a un entorno natural privilegiado. Además de enseñar a los jóvenes cómo divertirse e interactuar, sin necesidad de conectarse a una videoconsola o un teléfono móvil.
Lo que pretendemos es hacer un trabajo creativo y aprovechar este maravilloso entorno natural, desarrollar la creatividad a partir de lo que nuestros alumnos tienen al lado de sus casas y, desde el respeto al medio ambiente, dejar huella en A Lanzada
Incluso, que no es poco, fomentando la colaboración y el compañerismo, ya que en esta cita escultórica es necesario que los equipos formados trabajen juntos y se ayuden unos a otros.
Hay que excavar, cargar agua y, en definitiva, trabajar duro para crear las diferentes obras de arte.
Por si no fueran suficientes argumentos y alicientes, esta acción amplía los conocimientos generales de los chicos, tanto a nivel cultural como artístico.
A lo que se suma una importante baza divulgativa con la que, por ejemplo, se da a conocer la riqueza ecológica y ornitológica que atesora el istmo de A lanzada, así como el papel trascendental que desempeña su playa en el plan de preservación medioambiental –que se lleva a cabo en Galicia– tendente a favorecer la reproducción de una especie amenazada como el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus).
En definitiva, que el IES Monte da Vila propicia cada año en A Lanzada una intensa actividad de formación, educación y diversión con el arte efímero como herramienta, que deja volar la imaginación de los alumnos participantes.
No solo de los del IES Monte da Vila, sino también la de estudiantes llegados este año de los institutos de Meaño, A Illa, Xunqueira 2 (Pontevedra), Illa de San Simón (Redondela) y Terras de Xallas (Santa Comba), así como del Politécnico de Vigo y del colegio Eduardo Pondal, de Cangas.
“20.000 leguas de viaje submarino”
Unos y otros se inspiraron en “20.000 leguas de viaje submarino”, la novela del escritor francés Julio Verne que cuenta las aventuras y desventuras del capitán Nemo, el almirante Farragut y el arponero canadiense Ned Land.
Así como las vivencias a bordo del submarino “Nautilus” y el buque de la marina de guerra estadounidense “Abraham Lincoln”, durante la búsqueda de un extraño cetáceo, de largo y afilado cuerno en el hocico, que había ocasionado daños a diversas embarcaciones.
En ningún sitio se aprende a hacer esculturas de arena, por lo que con esta experiencia dimos a los alumnos la oportunidad de hacerlo, de un modo totalmente autodidacta y sacando partido al rico entorno natural que tenemos
Es decir, un hilo argumental válido para dar pie a la creación de todo tipo de esculturas de arena y favorecer el trabajo desarrollado en las aulas.
Las mismas en las que también se enseña a los alumnos, al menos en el caso de los mecos, que con esta actividad tienen la oportunidad de disfrutar de “un entorno natural maravilloso que es necesario proteger”.
La presencia del chorlitejo patinegro
Además de añadir a esas explicaciones que “en esta zona cría el chorlitejo”, animándolos a respetarlo y, de este modo, “contribuyendo a divulgar la importancia de esta y demás especies de flora y fauna existentes en el istmo de A Lanzada”, detallan Clara Vindel y Josebe Arriaga.
Explicaciones, si cabe, esta vez más oportunas que nunca, teniendo en cuenta que esta cita educativa se producía solo dos días antes de la celebración del Día Internacional de la Red Natura 2000.
Una efemérides que cumple tres décadas y, precisamente, sirve para dar a conocer y proteger espacios naturales como el istmo y la Reserva Ornitológica de la que forma parte, gestionada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).
Abundando en todo ello, y para resumir los objetivos de la actividad, las profesoras citadas indicaban que “en ningún sitio se aprende a hacer esculturas de arena, por lo que con esta experiencia dimos a los alumnos la oportunidad de hacerlo, de un modo totalmente autodidacta y sacando partido al rico entorno natural que tenemos”.
Así las cosas, aprovechando que la asignatura de Dibujo “trata la escultura y el volumen”, el IES Monte da Vila y demás centros implicados aprovecharon las características de la emblemática playa de A Lanzada para que los alumnos pudieran “trabajar sobre dicha disciplina”.
Temáticas diferentes en cada edición
Lo hacen cada año con una temática diferente, ya que en cada curso se proponen tres opciones y son los alumnos los que deciden cuál será el motivo de inspiración de los participantes en la siguiente edición.
De ahí que la historia contada por Julio Verne en relación con el “Nautilus” diera continuidad en esta edición de la fiesta de las esculturas a los variados temas tratados con anterioridad, como los seres mitológicos, los juegos de mesa, “Parque Jurásico”, personajes de animación, el espacio sideral, el arte de África o, como sucedió en 2011, todo tipo de elementos o motivos de celebración en cualquiera de sus expresiones, ya que entonces se quería conmemorar así el 25 aniversario del instituto meco que organiza este evento.
“Lo que pretendemos es hacer un trabajo creativo y aprovechar este maravilloso entorno natural, desarrollar la creatividad a partir de lo que nuestros alumnos tienen al lado de sus casas y, desde el respeto al medio ambiente, dejar huella en A Lanzada”, explicaban las docentes.
