Aparecen peces muertos y desaparece la lamprea

Estado de alerta en el Ulla

Las nasas de la lamprea del Ulla parecen haber pescado este año menos que nunca, en Pontecesures. //  Iñaki Abella

Las nasas de la lamprea del Ulla parecen haber pescado este año menos que nunca, en Pontecesures. // Iñaki Abella / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La campaña de la lamprea en el Ulla finaliza este fin de semana después de tres meses y medio de actividad. Había empezado bien y con grandes expectativas, pero se convirtió pronto en un auténtico fiasco.

Cuando ayer los pescadores de las cofradías de Rianxo y Carril que capturan este recurso en aguas de Pontecesures eran preguntados por el balance de la temporada, coincidían en señalar que ha sido “nefasta”.

Pero también al apuntar que “el bajo caudal del río y su contaminación han sido determinantes”.

Respecto a esto último, ponen como ejemplo que el miércoles “aparecieron muertos decenas de peces –entre ellos ‘mújeles’ y doradas– en la desembocadura del Ulla”, más concretamente en la costa de Leiro (Rianxo), frente a Carril (Vilagarcía).

El patrón mayor y la PDRA alertan de la situación

El patrón mayor de Rianxo, Miguel Iglesias, y la Plataforma en Defensa da Ría (PDRA) confirman lo sucedido y lo achacan a la contaminación.

El primero, además, alerta: “El río Ulla es la arteria principal que nutre a la ría de Arousa, y como no se actúe para salvarlo se morirá la ría entera y lo perderemos todo”.

Salen así a relucir tanto esta mortandad de peces, supuestamente relacionada con un vertido industrial, como la de bivalvos, de la que tanto se ha hablado en los últimos años y que ha sido especialmente grave en los bancos marisqueros de Os Lombos do Ulla.

Pero también salen a relucir las quejas ya conocidas de pescadores y mariscadores al hilo de los vertidos industriales, fecales y de todo tipo que soporta este importante cauce fluvial, registrados puntualmente desde Pontecesures hasta O Grove, pasando por Catoira, Vilagarcía, Cambados, A Illa y Vilanova.

“La lamprea no ha aparecido este año, y aunque el bajo caudal del Ulla influye, mucho más lo hace la contaminación”, insisten los pescadores que se ocupan de capturar este pez cartilaginoso.

Hace ya más de un mes que no largamos las nasas porque no hay nada que pescar”, manifiesta uno de ellos.

“Apenas estábamos cogiendo dos o tres lampreas al día”, apostilla otro de los valeiros que operan en Pontecesures.

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