Las cofradías de pescadores están sacando el máximo partido a las diferentes líneas de ayuda establecidas por la Consellería do Mar y el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que en sus próximas convocatorias será también un apoyo crucial para la acuicultura.
Los pósitos y diferentes agrupaciones de productores legalmente reconocidas, a las que recientemente se sumó Parquistas de Carril (OPP-89), están accediendo a importantes subvenciones con las que podrán modernizarse y mejorar las condiciones de trabajo de sus asociados.
Pero son también válidas para desplegar acciones de regeneración de bancos marisqueros, promoción de sus productos, mejora de la competitividad y de potenciación de la calidad y las trazabilidad.
Son proyectos que, por ejemplo, “persiguen mejorar las condiciones de trabajo de los socios ayudándoles a sortear la crisis provocada por el COVID”, según explican en cofradías como la de San Martiño, con socios de O Grove, Cambados, Meaño, Ribadumia y Sanxenxo.
Dirigida por Antonio Otero, esta cofradía supramunicipal consiguió recientemente 86.000 euros más en ayudas; cantidad que se suma a otras aportaciones anteriores de la Xunta y Europa con las que se instalaron paneles solares en la lonja, se modernizó este edificio y se transformó la sede del pósito.
Puede destacarse, de entre las últimas ayudas recibidas, que unos 12.000 euros se emplearon en “mitigar los riesgos de la pandemia” adoptando acciones preventivas como la instalación de cuatro lavamanos industriales, otras tantas estaciones de higiene automáticas, un sistema de control de aforo y medidores de CO2.
Todo ello “acciones tendentes a mitigar los riesgos de la pandemia en la salud de los usuarios de la lonja”, insisten en el pósito meco.
Es, como queda dicho, solo un ejemplo que sirve para entender en qué se invierte el dinero que llega de Europa.
Pero hay mucho más, porque esta misma cofradía obtuvo cerca de 63.000 euros que le sirvieron para realizar nuevas mejoras en la pescadería de que dispone en el edificio de la lonja y en la propia rula.
En este caso se instalaron portales automáticos y un videoportero, para limitar el acceso al interior y facilitarlo exclusivamente mediante el uso de tarjetas por parte de personas autorizadas.
Nuevas herramientas
El FEMP aportó el 75% de la ayuda, correspondiendo el 25% restante a la Xunta de Galicia. El mismo reparto que, por ejemplo, se hizo cuando se concedieron a esta misma cofradía cerca de 11.000 euros para adquirir nuevos equipos de pesaje para la lonja de contratación.
Es decir, “nuevas soluciones tecnológicas que permitan la mejora de la competitividad a través de la mejora del control y rastreabilidad de los productos procedentes de la pesca”.
Con acciones así, explican en el pósito, “conseguimos recortar los tiempos de trabajo, mejoramos las condiciones laborales en la lonja, ofrecemos un mejor servicio a los asociados y a los marineros que se desplazan desde otros puertos para vender sus productos en el nuestro”.
Todo ello, cabe apuntar, gracias a ayudas que en ocasiones son canalizadas por el Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) Ría de Arousa.
Como sucedió, sin ir más lejos, con una ayuda de 26.000 euros concedida para la adquisición de máquinas clasificadoras de bivalvos, tratando también de “mejorar la competitividad del sector”.
Pero, sobre todo, buscando “disminuir el número de lesiones y accidentes relacionados con el trabajo, puesto que el cribado del marisco se hace de forma manual”.
Es, asimismo, un modo de “mejorar en materia de seguridad e higiene” y apostar por la modernización del sector aportándole “nuevas herramientas de trabajo”.
En buena lógica, “esto mejora la competitividad de nuestra lonja respecto a otras”, apostillan en la cofradía que preside Antonio Otero.
Regeneración
Puestos a poner ejemplos de lo que dan de sí los fondos europeos, no hay que olvidarse de los cerca de 35.000 euros recibidos en su día para regenerar el banco marisquero de Porca Morta mediante técnicas de mejora del substrato, aumento de la biodiversidad en la zona, limpieza de la misma y mejora de las condiciones laborales de las mariscadoras.
Se hacía a partir de objetivos específicos como la mejora de la biodiversidad, el acondicionamiento del terreno y la aplicación de todas las medidas necesarias para la fijación de la semilla de bivalvos y su posterior crecimiento.
Todo ello reforzado con tareas de eliminación de residuos sólidos y la oxigenación del terreno, tal y como detallan en el pósito.
El mismo que, también con respaldo del FEMPA, consiguió 140.070, a repartir a razón de 70.590 euros durante la anualidad de 2020 y 69.480 euros en el presente ejercicio, para “protección y recuperación de la biodiversidad marina a través de una mejor gestión y conservación de los recursos y sus ecosistemas”.
Sensibilización ambiental
Este proyecto en concreto, en el que se reserva un papel destacado a las acciones de sensibilización ambiental, se centró en la “recopilación de datos y mejora de la gestión responsable y sostenible de los recursos y hábitats costeros”.
Así las cosas, con la inestimable participación y dirección de la bióloga de la cofradía, lo que planteó San Martiño fue “establecer medidas para el control y acceso de las zonas de producción”, junto con un “seguimiento de las actividades pesqueras y una vigilancia efectiva de los bancos naturales”, todo ello en beneficio de “una mayor producción, conservación y sostenibilidad”.
Asesoramiento
El “asesoramiento técnico a la pesca y la gestión de los recursos marinos”, su optimización y la colaboración con la Consellería de Medio Ambiente para la preservación del Complexo Intermareal Umia-O Grove son algunas de las claves de este proyecto.
Como lo son la colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y con el ente público Augas de Galicia, encargado del control de vertidos en la comunidad.
También la colaboración con la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) forma parte de este proyecto, dado el importante papel que pueden desempeñar los socios de la cofradías en caso de varamiento.
Este proyecto de “protección y recuperación de la biodiversidad marina” es tan ambicioso y completo que también contempla la vigilancia epidemiológica, en colaboración con el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), y acciones de lucha contra el furtivismo en colaboración con Gardacostas.
La adquisición de una carretilla eléctrica, máquinas fregadoras y de hielo, paneles informativos y otros elementos, junto con la regeneración de zonas intermareales como la de A Pereira la lucha contra las especies invasoras son otras líneas de acción desplegadas por esta cofradía.
La misma, dicho sea de paso, que desde 2019, y después de luchar intensamente por ello, incluso dispone de una marca o sello propio de calidad y diferenciación para su producto estrella, el “Centolo do Grove”.
Todo ello, hay que insistir, acciones derivadas de las ayudas de la Xunta y Europa, a las cuales también acceden, con proyectos y objetivos similares, las demás cofradías de pescadores arousanas.