Los arousanos no dejan de mostrar su preocupación por la creciente aparición de basura en las playas y la localización de vertederos incontrolados en los montes, como ya se dijo que sucedía en O Grove, Meaño, Pontecesures, Vilanova y otros municipios de O Salnés y Ullán.
Especialmente grave se antoja, al parecer, la situación que se vive en la península meca, donde los residuos afectan a diversas zonas protegidas por su indiscutible valor medioambiental.
Después de las denuncias formuladas en las últimas semanas surgen nuevas quejas vecinales para decir que en O Grove “se están cometiendo atentados tremendos contra el entorno y el medio ambiente en beneficio de algunos propietarios”.
Hablan así de restos de poda que se tiran al monte dentro de bolsas de plástico, pero también, en sintonía con lo denunciado hace días por el propio alcalde, José Cacabelos, alertan de la existencia de árboles que son envenenados por personas que después exigen su tala apelando a supuestos motivos de seguridad.
Y todo esto sin perder de vista la existencia de “montes arrasados a pesar de situarse en terrenos protegidos”, según los denunciantes.
Las reacciones, como sucedió en los casos anteriores, no se han hecho esperar.
De ellas se desprende una condena unánime a este tipo de atentados ecológicos, pero también una petición al Concello para que extreme la vigilancia y sancione a los infractores.
