La gastronómica más longeva aún tiene tirón

La Festa da Lamprea de Arbo está considerada la más antigua de Galicia y, pese a ello, mantiene su esencia y se ha transformado para ser uno de los eventos gastronómicos más atrayentes de Galicia.

Ayer se cerró la edición LXIV (64), con éxito de público y buenas cifras de ventas, aunque la materia prima escaseó debido a las dificultades en la pesca. “Hemos cumplido objetivos un año más, con miles de raciones de lamprea degustadas y una asistencia de público realmente muy grande”, destacaba ayer Horacio Gil, el alcalde, cuando aún faltaban horas para cerrarse el evento gastronómico, que incluía una verbena popular.

Al mediodía Arbo era un hervidero de gente. El día grande de la lamprea se notaba en los restaurantes y bares que siempre son los receptores del principal público de este día. “ Tenemos reservas desde el año pasado”, destacaba uno de los propietarios.

En esta edición, la carpa de Arbomostra, que se ha convertido en el eje central y epicentro de la fiesta, tuvo momentos en que entrar era difícil.

“Nosotros venimos todos los años”, apuntaba José mientras degusta la lamprea estilo Arbo. “Y este año no quedamos sin la degustación, aunque en vez de dos platos estilo Arbo solo hemos comprado una ración de empanada de lamprea y otra estilo Arbo para cuatro personas, con una botella de vino, porque está un poco cara, aunque no tanto como creíamos”, añade.

Así se cumple el rito de la degustación en un año en que lograr buenas lampreas del Miño ha sido bastante difícil. “Son lampreas muy pequeñas este año”, asegura un comensal. Por parte de la organización se destaca que “aquí no se degusta solo un producto único sino un saber culinario milenario”.

Orígenes

La fiesta de la lamprea nació de un almuerzo realizado en 1961 para promocionar el producto. El evento adquirió categoría de fiesta laica en un momento en que este tipo de eventos despertaban como forma de fomentar el turismo, cuando Manuel Fraga era ministro del régimen de Franco, y también existía interés en promover eventos festivos que no fueran de origen religioso.

Sin embargo fue con la llegada de la democracia cuando la Festa da Lamprea se impulsó y en los últimos treinta años cuando adquirió especial relevancia con varios días de actividades.

En 2023 la fiesta adquirió el título de interés internacional, lo que hace que sean más las personas las que acudan a la localidad.

“Creo que nuestra lamprea sabe de esta forma tan especial porque está cocinada con un poco de vino del país y porque para comerla es esencial hacerlo con vino”, apunta Manuel, un vecino de Arbo que acude anualmente al evento. Y sin duda el vino de Rías Baixas Condado Paradanta de Arbo es uno de los grandes protagonistas de la fiesta y una razón para acudir a la misma “incluso disfrutamos los que no nos gusta la lamprea porque hay otros grandes productos de la comarca y de Galicia, como jamón o queso”, añade Rodrigo.

Ayer el recinto de la fiesta abrió a las 11 de la mañana y prácticamente tuvo público hasta la medianoche. “La fiesta de lamprea no es solo lamprea, es Arbo y la comarca con todas sus potencialidades”, celebró el alcalde.

Arbo habló francés en esta fiesta

Llueva o haga sol, la Festa da Lamprea se celebra siempre el último fin de semana de semana de abril. Este año no tuvo el mejor tiempo de su historia, lo que restaría un 20% de afluencia de visitantes. En 2023 el Concello contabilizó unas 50.000 personas durante los tres días, aunque algunos repitieron los tres. Ayer por la mañana el público aguantó y por la tarde la lluvia aguó un poco la celebración. Finalmente, el Concello no se atrevió a dar una cifra de asistentes. La fiesta contó este año con unos invitados de excepción, componentes de la Corporación de Sainte-Terre, en Francia, con su alcaldesa Agnés Alfonso-Chariol, que participó en los actos del sábado con su banda protocolaria. Incluso el pregonero, Fernando Jáuregui, pronunció varias frases de su discurso en francés, dando un especial protagonismo a esta tierra de la región de Bordeaux que tiene un parque y un museo dedicado a la lamprea, que llega a la localidad por el río Dordoña, afluente del Garona. En su gastronomía la lamprea adquiere un especial protagonismo con una preparación similar a la de Arbo, aunque la lamprea francesa suele ser de tamaño inferior a las del Miño.

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