El cuartel de Rodeiro es uno de los que figuran en un plan de ajuste que maneja el Ministerio de Interior para la Guardia Civil, según el cual se cerrarían los acuartelamientos más pequeños de cada provincia. Meses después de convertirse en director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa, dio a conocer su intención de reorganizar la distribución de agentes, de modo que se recortasen el 25% de puesto de cada provincia y quedase un cuartel, más ampliado, cada 40 kilómetros. El plan aún no se ha puesto en marcha debido a las dificultades económicas que atraviesa el país, el mismo motivo por el que tampoco se aumentan los efectivos en la comarca.

Hoy en día, Rodeiro dispone de un sargento, un cabo y cinco agentes. Su plantilla es similar a la de los pequeños acuartelamientos que están operativos zonas rurales de Cantabria o Aragón, y cuyo cierre reitera, desde el año pasado, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). Esta organización coincide con los planes de ajuste de De Mesa, puesto que la organización de los cuarteles data de mediados del siglo pasado, y la realidad social actual es muy diferente. Para ser más concretos, en Cantabria consideran que es necesario recortar los 37 cuarteles a 13, mientras que en Aragón sobrarían un centenar de los 140 actuales. En el caso de Rodeiro, pese a su proximidad al de Lalín ya se salvó del cierre cuando dejaron de funcionar los de Agolada y Dozón. Una de las razones por las que continúa abierto es porque sus labores de seguridad ciudadana y vigilancia se extiende a estos dos municipios, así como a las zonas limítrofes que pertenecen ya al Concello de Lalín. Otro de los motivos que podrían ayudar a que el cuartel de Rodeiro continúe operativo son las reformas que se acometieron en los pabellones, hace apenas tres años, y que permitieron que algunos agentes vivan en el cuartel de forma permanente.

Solicitud de refuerzos

La amenaza que planea sobre el cuartel de Rodeiro ha cogido por sorpresa hasta al propio alcalde, Luis López. A finales de mayo, el regidor recibió en el Concello al subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, con quien visitó las dependencias de la Guardia Civil y a quien incluso solicitó refuerzos. Los alcaldes de Agolada y Dozón hicieron peticiones similares, dada la proliferación de robos tanto en viviendas deshabitadas como en naves de empresas. Pero López afirma que en ningún momento le comunicaron que el cuartel podría desaparecer.