La autovía de Barbanza, que discurre por los municipios de Arousa Norte, entre Padrón y Ribeira, permite circular a 120 kilómetros por hora en todo el trayecto, de 40 kilómetros de longitud. De este modo, la Xunta de Galicia atiende el compromiso que había adquirido ante los empresarios de la comarca arousana, quienes en repetidas ocasiones demandaron esta modificación para tratar de acelerar las comunicaciones.

A diferencia de lo que ocurre con la autovía de O Salnés, limitada a un máximo de 100 kilómetros por hora, la de Barbanza ya nació con algunas zonas en las que se podía circular a 120.

Pero dado que había otros tramos en los que estaba prohibido, se obligaba al conductor a permanecer especialmente atento a la subida y bajada de velocidades máximas permitidas, y aquello provocaba confusión, según los empresarios y la propia Xunta.

Se daban hasta una treintena de alternancias de velocidad, es decir, cambios en ocasiones muy bruscos y en tramos muy cortos de carretera "que no aportan nada a la seguridad vial y que no son bien entendidos por los conductores", dicen los técnicos.

De ahí que ahora se apueste por unificar el criterio establecido en todo el trazado y se consienta el tránsito a un máximo de 120 kilómetros por hora.

Agustín Hernández, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, anunció ayer que esta misma semana va a instalarse la señalización necesaria para "disponer de una limitación homogénea a lo largo de 40 kilómetros de recorrido y evitar la confusión que la señalización actual provocaba". Y se hace, advierte, con base en los informes favorables emitidos por la Guardia Civil de Tráfico.

Esos informes, sin duda, tienen mucho que ver con los altos niveles de seguridad demostrados por esta carretera de alta capacidad, la cual nació para sustituir a la que muchos conocían ya como "corredoira de Barbanza", una vía rápida que acumuló decenas de muertos y centenares de heridos en una década.

Desde la Consellería de Infraestructuras explican ahora que para cambiar la situación en la autovía de Barbanza, la AG-11, van a instalarse 22 señales de prohibición o restricción –todas ellas para establecer el límite de velocidad en 120 km/h–, además de 64 señales de recomendación y fin de recomendación de velocidad y cuatro señales de advertencia o peligro por curvas peligrosas.

De este modo, las únicas limitaciones van a ser las que por razones de seguridad aconseje el trazado, de ahí que vayan a existir algunos puntos muy concretos donde se "recomiende" bajar hasta los 100 u 80 kilómetros por hora.

Donde va a recomendarse viajar a 100 es en ambos márgenes de la autovía, es decir, a la altura de Ribeira y Padrón, donde se producen las incorporaciones o salidas de la carretera de alta capacidad. Y va a recomendarse la velocidad de 80 km/h en un tramo de 720 metros que corresponde al falso túnel existente a la altura de Dodro, entre el nudo de enlace de Padrón y el que da acceso a Catoira y Vilagarcía.